XII Campeonato Mundial de Pádel, Mallorca 2014: ¿uno de los peores?

Tres pistas de un hotel antiguo, desconectadas tanto del club como de la pista central del Palacio Municipal Son Moix, al lado de una vía en la que el transporte público y el tráfico de coches impiden escuchar con facilidad a dos personas que se encuentran a pocos metros. No hay carteles, anuncios ni logística alguna. ¡Ni agua!! ¿Graderías? De qué hablas, si sólo es un Mundial de Pádel.  Ahí, en esas canchas, se jugarían horas más tarde, partidos del XII Campeonato Mundial de Pádel. Ese era un anticipo del panorama que esperaba a los 16 equipos de hombres y 12 de mujeres, que comenzaban a llegar a Palma de Mallorca, el día domingo 19 de octubre.

«No, señor. Lo siento, pero no sabemos nada del transporte a los clubes ni de la gente que organiza el Campeonato del Mundo. Sólo tenemos algunas reservas por delegación. ¿Cuál es su nombre?». Esta era la respuesta que una y otra vez se escuchaba en el lobby del Iberostar Reina Cristina, cuando cada capitán o jefe de delegación preguntaba por los organizadores, la logística para ir al club donde se jugaría o los detalles de un cuadro de Open, que aún no se conocía.

Pins Pádel, un bonito club para socios o público de semana, con 14 pistas que recibían a casi 300 jugadores, técnicos y delegados de la gran mayoría de países que juegan a este deporte en todo el planeta. Su personal, muy amable y los jueces hacían lo que podían para el volumen de actividad que tenían, pero los primeros días todo fue un caos y el espacio siempre era insuficiente. Para mirar, para capitanear, para comer o cenar, para alentar….. ¿y para calentar o preparar la competición? Pues, sólo había que ver trotar a jugadores y jugadoras por una empinada recta de cemento que constituía la llegada al club, en medio de coches aparcando y algún bus que llegaba a dejar jugadores, cuando la frecuencia del transporte desde el hotel existió. Ni siquiera merece comentario.

Jugadores que se quedaron sin transporte hacia el club cuando aun había competición (el club estaba a unos 15′ o 20′ en taxi), cuadros de juego que reflejaban el más fuerte intento de que ningún país que no fuese Argentina o España o rival suyo, pudiese competir en el Palacio Municipal de Son Moix. En esta misma línea, los países nunca entendieron por qué llegaban un domingo y su máxima participación llegaría hasta el jueves, día en el que se jugaba la final por países en dicha instalación (aseguraba que Argentina y España estarían en pista un día de mayor afluencia de público y que sólo hasta el miércoles podría haber uno y solo un país «extranjero», que «tuviese» que entrar en la pista central del Mundial. Quien jugara una semifinal contra España: Paraguay), quedándose sin competición alguna por equipos, durante tres días, aunque este torneo se juegue cada dos años. 

Parece ser que los «países extranjeros» sí son dignos de pagar la cuota de afiliación para financiar lo que las Federaciones organizadoras determinan en su normativa, pero de ninguna manera, para competir en medio de un palacio municipal que sólo parecía acoger a los jugadores profesionales….aunque este mundial sea el torneo más AMATEUR posible que reúne a la casi totalidad de países que pueden decir: ¡SÍ, aquí HAY PÁDEL! 

¿Y de comunicaciones? Poco y nada…perdón salió de TODO, todo lo que correspondía a los campeones y subcampeones del mundo, con excepción de alguna foto y resultados parciales y extemporáneos de esos países, que le dan «colorido a la cita», pero que en realidad no son considerados protagonistas de nada. Familiares, amigos y compañeros de deporte que desde cada país pedían por las redes sociales que se les informara en tiempo y forma de qué iba pasando con sus jugadores, no tuvieron oportunidad de saber mucho, porque la red habilitada para este fin (www.mundialdepadel.com) publicaba poco y tarde, acerca de casi todo, pero especialmente de aquellos países que no figuran dentro de la elite mundial del pádel. 

No espero ni apunto a que países que no destacan en la pista tomen protagonismo en la noticia, sobre los que legítimamente se ganan ese espacio por méritos deportivos propios. Sólo creo justo el equilibrio y amplitud, tanto en la cobertura, como en el cuidado del tratamiento informativo, ya que es algo que sucede en cualquier deporte que se precie de tener una estructura organizada y seria. 

La transmisión televisiva también fue muy limitada y la cobertura exterior abarcó ámbitos muy específicos, quedando fuera la gran mayoría de los sucesos deportivos de las delegaciones y jugadores de países, que no fuesen ni Argentina ni España (Brasil tuvo un pequeño espacio, gracias a Pablo Lima y Francisco Gomes, profesionales del circuito World Padel Tour). Algo poco explicable en un país donde el pádel se encuentra entre los tres deportes más practicados, para una población de 47 millones de habitantes. Pero eso es gestión y en este ámbito, las comunicaciones SON UNA GESTIÓN PENDIENTE, para todos los estamentos del pádel. 

Por supuesto, los pocos actos oficiales, en los que hubo autoridades de Mallorca, sí tuvieron retorno comunicacional….claro, ahí había lugar para las fotos de los Presidentes de cada Federación organizadora. ¡Esas, esas sí que tienen que salir!

He jugado, capitaneado, y experimentado siete mundiales a lo largo de los 22 años, desde que juego al pádel. Es uno de los peores que me ha tocado vivir. No por el ambiente, porque SIEMPRE es motivo de alegría reunirnos y competir entre jugadores y técnicos de este deporte que nos apasiona. No por el país ni la ciudad elegida. España y Mallorca son un lujo para cualquier competición de pádel.  Es uno de los peores, porque pude ver con más claridad que nunca, cómo una instancia de competición y deporte a nivel mundial se convirtió en una herramienta de manipulación y lucimiento. Una herramienta de los mismos agentes que organizan, por ejemplo, torneos como el Campeonato de España de Menores, en el que se cobran 20.000 euros en inscripciones (evento que dura 5 días) y no entregan bolas nuevas a los jugadores que pagan y dan vida a la actividad o en el que la propia Federación niega las imágenes de las finales, a los padres de los menores que han sido campeones o subcampeones, para nombrar sólo alguna de las muchas situaciones incomprensibles.

Porque esos agentes siguen teniendo protagonismo y porque, especialmente, este campeonato fue una demostración de fuerzas de poder político entre esos dirigentes que no hacen más que escudarse en normativas y disputar cuotas de poder para eternizarse en sus puestos. Porque esos dirigentes siguen copando protagonismo a nivel mundial, sin que nadie haga nada, sin que nadie parezca tener fuerza para competirles y sin que ninguna organización parezca querer hacerles frente. Por eso y por todas las faltas de cuidado para con los jugadores, es que considero que fue una de las peores Copas del Mundo, a las que me ha tocado asistir.

¿Y del deporte? 

Eso SIEMPRE «sale bien» y probablemente, por eso nadie diga nada. Porque los gritos, los nervios, la alegría del triunfo y el consuelo de compañeros y rivales, tras la derrota; además de una convivencia especial durante siete días, SIEMPRE nos dejan ganas de volver, nos motivan para entrenar, nos alimentan para obviar todo aquello que no es deporte, en definitiva, para dejar atrás intereses mezquinos y luchar por cada una de las banderas que, con pasión, tan bien quedan representadas en la pista. Por eso, vale la pena felicitar y agradecer a las 16 delegaciones de hombres y 12 de mujeres, que llegaron a Mallorca; felicitar a los Campeones del Mundo (masculino): Argentina, Campeonas del Mundo (España), el avance de Paraguay en hombres (terceros) y el nivel que SIEMPRE muestra Brasil, un equipo que avanza y rema para acercarse a las dos potencias mundiales. A todo ellos, gracias por recordarnos que lo que importa está en pista…