Padel Spain .- En un ambiente festivo, con las gradas del Pabellón Santa Lucía a rebosar y con un público con muchas ganas de ver pádel, los Príncipes dieron una lección de autoridad y se impusieron a Miguel Lamperti y Maxi Grabiel por 6-4, 6-2 y 6-2. Gracias a ese resultado, los actuales número 2 del mundo recortaron la desventaja que les separa de los ‘intratables’ Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín.
Puede que no fuese un encuentro espectacular, puede que todo fuese muy previsible después del primer set, pero eso no resta valor al bien trabajo realizado por Lima-Mieres que, desde el inicio, se mostraron sólidos y muy contundentes ante unos rivales que, muy al contrario de lo que se esperaba, jugaron a la defensiva. Ya en el primer set, Miguel y Maxi tuvieron que levantar dos bolas de break en contra en el tercer juego, otras tres en el quinto y no pudieron aguantar la presión en el séptimo, cuando sus oponentes se hicieron con el servicio de Maxi para tomar ventaja en el marcador.
Lo cierto es que Juani y Pablo dieron la sensación de estar un paso por encima desde el primer instante. Una semana más, Lima volvió a estar inmenso, infranqueable, y así lo reconocieron tanto su compañero como sus rivales al término del choque. La pregunta es: ¿Tenían alguna posibilidad Miguel y Maxi? Pues, para ser sinceros, no.
El break en los compases iniciales de la segunda manga fue un golpe definitivo. Ni el constante apoyo del público fue suficiente para la reacción de Lamperti-Grabiel. El primero no pudo hacer daño con sus golpes; es más, falló en un par de intentos y eso hizo que se le encogiese el brazo. Lo intentaron, de eso no cabe ninguna duda, pero no encontraron la manera de meterse en el partido ni de crear algún tipo de dudas a sus adversarios.
Pese a que Lima y Mieres llegaron al encuentro de lucha por el título después de haber realizado un importante desgaste físico en semifinales, se encontraron cómodos desde el principio, con una gran confianza en su juego y con un elevado porcentaje de acierto. Con eso, terminaron el duelo fundidos en un abrazo, con una gran sonrisa por haber conquistado un nuevo título y por haber vuelto a demostrar que, sin Juan y Bela, ellos son los número 1.
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