«Hola a todos:
Aquí empieza mi nueva aventura junto a los compañeros de PadelSpain, en la que trataré de contar mis experiencias en todas y cada unas de las pruebas que forman parte del Calendario Profesional.
Para comenzar, debo decir que es muy excitante imaginarte cómo va a desarrollarse un torneo en una ciudad que acoge, por primera vez en su historia, una prueba del Circuito Profesional. La verdad es que llevaba varios días rondando por mi cabeza ese pensamiento. Después de tantos años recorriendo la geografía española, lo cierto es que me apetecía un montón conocer esta hermosa ciudad extremeña.
El viaje se me hizo un poco largo, pero la llegada bien mereció la pena. Nada más pisar Cáceres, a la hora de comer, ya me percaté de que el ambiente padelero iba a estar a la altura. Estaba peleándome con los espaguetis cuando unos aficionados reconocieron a Miguel Lamperti y nos empezaron a preguntar por los emparejamientos y los horarios de los partidos. A partir de ahí, una locura. Hacía mucho tiempo que no veía a tantos aficionados sentir el pádel de esa manera… ¡¡Como sería la cosa que la organización tuvo que poner personal de seguridad para facilitarnos el acceso a las instalaciones deportivas!! En mi vida había visto algo así y, desde luego, me demostró el enorme crecimiento que está experimentando nuestro deporte.
Por la tarde, al llegar a la Plaza Mayor nos encontramos con un marco de gente increíble a pesar del calor que hacia. En nuestros dos primeros partidos sentimos al público volcado con nosotros. Pero cuando afrontamos el choque de cuartos de final, en el que nos medimos a Paquito Navarro y Jordi Muñoz, las tornas cambiaron y el respetable animó a los dos jugadores españoles con todas sus fuerzas. Es algo normal y, desde luego, debo destacar que siempre lo hicieron con mucho respeto hacia nosotros. Me hizo muchísima ilusión que al día siguiente, en el compromiso de semifinales, los aficionados volvieran a estar de nuestro lado. Son gestos que te dan fuerza y que no puedes dejar de agradecer. ¡¡¡¡Chapó por ellos!!!!
No quisiera despedirme sin hacer mención a la belleza del enclave en donde se instaló la pista y las gradas. Tuve la oportunidad de subirme a lo alto del graderío para tener una visión completa del montaje y debo que decir que se me pusieron los pelos de punta. Era de noche, la ciudad estaba iluminada, la pista también… Parecía un todo. Me dieron ganas de bajar y volver a jugar.
Cáceres ha dejado su sello en todos nosotros. Ahora, ya pensamos en la próxima prueba, que nos llevará del 3 al 9 de junio a Barcelona.
Un saludo a todos y… ¡¡Hasta la próxima!!
Maxi Grabiel».
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