Padel Spain .- El objetivo de este duelo tan especial no fue otro que el de acercar a los aficionados del Camp de Morvedre, y de Valencia en general, el esfuerzo y sacrificio que Luis y Carlos (como otros muchos en una situación similar) hacen para practicar su deporte favorito. Una vez más, el pádel volvió a demostrarnos que, como dicen Luis y Carlos que la vida no acaba en la silla de ruedas… Es cierto que tienen más barreras que el resto pero, desde luego, si se quiere, se puede.
Uno de los rostros más destacados de todos los aficionados presentes para no perderse este choque fue Ernesto. También en silla de ruedas y también aficionado al pádel, no puede disfrutar de una de sus pasiones ya que una silla para poder practicar este deporte tiene un precio que ronda los 3.000 euros. Ese es uno de los motivos por los que en Valencia sólo 6 personas juegan al pádel.
Con este encuentro, todos los participantes confían en haber dado el primer paso, en haber puesto su granito de arena para ayudar a construir un pádel sin barreras ni limitaciones en Valencia. Al término del partido, aprovecharon para pedir la colaboración de Ayuntamientos, Federación Autonómica, Asociaciones y Empresas Privadas… Ahora está por ver si alguien recoge ese guante.
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