Padel Spain .- No es fácil ser deportista profesional, querer estar en la elite y desear ser madre. Hay que estar dispuesta a realizar muchos sacrificios, a aceptar numerosos cambios en el día a día cotidiano… ¿¿Qué mejor que alguien que ha pasado por esa experiencia nos cuente cómo vivió ella esa decisión?? Cata Tenorio desvela en PadelSpain la inmensa alegría que puso en su vida la llegada de la pequeña Valentina.
«Hola a todos:
Me preguntaban desde PadelSpain cómo había cambiado mi vida desde que fui madre. La respuesta es mucho. No se trata de un tópico: tener un hijo te cambia la vida en todos los sentidos y, en mi caso, estás con las emociones a flor de piel constantemente. A nivel profesional, ahora me dedico casi en exclusiva a entrenar, o a ser jugadora profesional mejor dicho, con todo lo que conlleva: entrenamientos, clínics, torneos, fisioterapeuta, etc. Doy pocas clases y siempre dentro del horario en el que Valentina está en el colegio (09:00 a 16:00). Antes era muy normal que estuviese en el club hasta las 21:00 o las 22:00 y en la actualidad, cuando llega esa hora, es normal que esté rendida durmiendo.
Tomar la decisión de ser madre supuso que tuviese que estar un año sin competir y, por otro lado, casi sin dar clases. Lo tuve que dejar en el cuarto mes de embarazo porque mis alumnos estaban más pendiente de cuidarme que de aprender, jejeje… Por otro lado, no sabía si iba a poder volver a los torneos porque te cambian muchos las prioridades. Mi deseo era el de regresar pero siempre y cuando estuviera todo bien y que el físico y las ganas me acompañasen.
Con respecto a los sacrificios y renuncias que tuve que hacer fueron muchos, pero no más que cualquier otra madre. En todo momento, tuve muy claro que lo primero era mi hija y después ya iba yo. No me mido a la hora de descansar o de comer bien o tranquila… Le di el pecho hasta los 7 meses y ya estaba en plena competición. En los torneos, muchas veces el cuerpo me pedía (y me sigue pidiendo) fisio pero como mi marido y Valentina ya llevan muchas horas en el club, prefiero que nos vayamos al hotel. También, como empezó la guardería pronto, se ha enfermado bastante y esos días, además de que no entreno porque me quedo con ella, casi seguro que me agarro la ‘peste’ que tenga, jejeje.
Hay una cosa que no puedo olvidar… Y es que se notan mucho las noches sin dormir a la hora de prepararse. El cansancio se va acumulando y es difícil acudir a los entrenamientos después de haber dormido mal o de tener la preocupación de si tu hino está o no del todo bien. Por otro lado, reconozco que ahora me cuesta más concentrarme. Pero, como digo, después de perder un partido tardo en recuperarme de ánimo un segundo… Y de físico una semana.
Con respecto a mi nuevo día a día, suelo dejar a Valentina en el colegio a las 09:00 y, desde ahí, me voy a entrenarme. Hago físico y padel durante unas tres horas aproximadas entre las dos actividades. Almuerzo cómo y dónde puedo y, en ocasiones, o voy al fisio o imparto alguna clase. A las 17:00 recojo a mi hija y ya nos vamos para casa o para el parque. Hace unos meses, nos apuntamos a Matronatación y vamos dos veces a la semana porque Valentina le tenía pánico al agua. Durante los torneos, mi marido se pide los viernes de vacaciones y se queda con ella mientras yo juego.
Con sólo 2 añitos y medio, el mejor regalo que me ha hecho hasta ahora es el día a día, cuando me dice que me quiere mucho… Esa sensación es preciosa, al igual que cuando me ve tumbada en la camilla del fisio y viene y me hace caricias, como si estuviese enferma. Un instante que me encanta es que cada día toma el biberón frente a mamá (como dice ella), sentada en la cama. Yo desayuno con ella y mientras vemos los dibujos animados yo aprovecho para acariciarla.
Si tuviese que definirlo, diría que la experiencia de ser madre, al menos desde mi punto de vista, ha sido maravillosa, lo mejor que me ha pasado. Eso no quiere decir que no me ‘mate’ la responsabilidad. Mi marido y yo siempre fuimos conscientes de que tener un niño no era algo sencillo, que nos cambiaría la vida. Por eso tardamos 12 años en decidirnos y, por eso, no creemos que el segundo venga por ahora.
Para terminar, me gustaría despedirme de los lectores y lectoras de PadelSpain con un saludo muy grande. Les diría que disfruten del pádel porque es un deporte muy lindo, en el que las mujeres han encontrado su sitio y con el que han podido ampliar sus actividades sociales…
¡¡Feliz Día de la Madre a todas!!
Cata Tenorio».
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