Sabía el bueno de Fernando Belasteguín que este viernes podía ser su último partido como profesional junto a Juan Tello ante los suyos. Viendo los rivales que tenía enfrente era lo más lógico, pues sus antiguos pupilos, Agustín Tapia y Arturo Coello, venían con el cuchillo entre los dientes y, a pesar de los sentimientos encontrados, no iban a hacer prisioneros.
El caso es que, en días como estos, lo de menos es el resultado, sino el aroma que se desprende en el pabellón, lo que ocurre cuando el árbitro pita el final y llegan los aplausos; todo eso enmudeció el espectáculo y la puesta en escena de Tapia y Coello (magistral por otro lado), convirtiendo el recinto en un muy merecido homenaje a la figura de Bela. Él, en medio de la pista, llorando, dando las gracias. Porque él es el pádel.
En una época en la que desde las altas esferas se intenta muchas veces quitar el protagonismo a los verdaderos actores (los jugadores y jugadoras), Belasteguín ha demostrado que cuenta con el cariño de la gente, que sabe mover masas y, sobre todo, que nunca se olvida de sus raíces, de sus comienzos. Ha querido tener a su lado durante los partidos a Carlos Martín ‘El Pato’ Struch, quien fuera su entrenador en sus primeros pasos (en la actualidad desgraciadamente afectado por la enfermedad de Charcot), y eso es digno de mencionar.
Como decimos, lo de menos fue el 6-3 y 6-1 conseguido por Tapia y Coello, sino el hecho de ver a las gradas coreando su nombre, al propio entrevistador, Isaías Baiotta, emocionado al hacerle la entrevista post partido, a Tapia y Coello también a punto de dejar caer alguna lágrima y por supuesto, al propio Fernando reconociendo que le hacía muy feliz haber iniciado su carrera como profesional en Mar del Plata y cerrarla en Argentina en el mismo lugar y, además, ante dos jugadores a los que enseñó mucho pero de los que también aprendió. Gracias Bela.
Dejando a un lado la emoción del momento, la jornada caminó con el cronómetro en la mano, pues los partidos parece que peleaban por ver cuál era el que terminaba antes, llevándose el premio Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno al no llegar siquiera a los 50 minutos frente a ‘Momo’ González y Álex Ruiz, superados en todas las facetas por los argentinos, hipermotivados ante los suyos, y consiguiendo un 6-1 y 6-2.
Poco pasaron de la hora Fede Chingotto y Ale Galán para eliminar a ‘Sanyo’ Gutiérrez y Maxi Sánchez, quienes volvieron a verse muy contra las cuerdas como el día anterior y no encontraron respuesta para revertir el buen juego del madrileño y el ‘superratón’. Un doble 6-3 certificaría el paso a la semifinal (otra más) para la dupla nº2.
Por último, en un duelo que se presagiaba como igualado por lo que se conocen y lo cerca que están en el ranking, Miguel Yanguas y Javi Garrido superaron, especialmente en el segundo set, con muchísima amplitud a Jon Sanz y ‘Coki’ Nieto, quienes fueron claramente de más a menos y se encontraron con muchos problemas con su saque en el segundo set.
Hasta siete bolas de break en contra acumularon, demasiadas si se quiere ganar un parcial, cediendo tres de ellas, para verse superados con un 6-4 y 6-1.
Las semifinales, tras los cuartos de emoción máxima, quedan así configurados:
Franco Stupaczuk – Martín Di Nenno vs. Fede Chingotto – Ale Galán
Arturo Coello – Agustín Tapia vs. Miguel Yanguas – Javi Garrido