Aunque muchos consideren que el pádel es un deporte que ha llegado a España recientemente, lo cierto es que la historia de este deporte en nuestro país tiene mucho que contar. El aumento de la popularidad de este deporte en España no es solamente a nivel aficionado, sino que también se aplica en el ámbito del deporte profesional, donde no son pocos los jugadores españoles que actualmente triunfan en los circuitos internacionales.
Los orígenes
Si decimos que el pádel en España empezó a jugarse en el lejano año de 1974 seguramente muchos jugadores se sorprendan, pero lo cierto es que las primeras palas y pelotas empezaron a moverse en este año. El responsable es Alfonso de Hohenlohe, un noble hispano alemán que tras ver el juego en Acapulco decide traerlo a España. Las dos primeras pistas se situaron en el Marbella Club, contando rápidamente con grandes jugadores, como es el caso de Santana.
El deporte seguiría creciendo en la región y extendiéndose por el país hasta llegar a la fundación de la primera federación internacional dedicada al pádel, presidida por Julio Alegría. Entre sus logros destacan la creación del primer reglamento internacional para este deporte y también la celebración de numerosos torneos internacionales, siendo un claro ejemplo de que la huella de nuestro país en lo que al pádel se refiere va mucho más lejos de lo esperable.
Esta evolución es parecida también a la que han tenido los casinos en línea en España, que en los últimos años también han tenido un auge considerable. Y lo mejor de todo es que se va a ver favorecido por las últimas reformas legales, que permitirán a los jugadores disponer de bonos atractivos para probar suerte. Puedes comprobar las mejores opciones directamente en la red. Si buscas un buen comparador te recomendamos BonusFinder España, que ha creado una lista con los mejores del momento. No obstante, dejaremos el casino para el tercer tiempo, dado que ahora es momento de sumergirnos en la historia del pádel patrio.
El pádel en la actualidad
A partir de la base creada en los 90, con la llegada del nuevo milenio se produce un notable auge del deporte, que sigue hasta nuestros días. De hecho, raro es el municipio en el que no se ha construido una pista en los últimos años, acercando así el pádel al gran público. En total se estiman en más de 1.800 las instalaciones dedicadas al pádel en este momento, a las que se suman las que actualmente se construyen.
Respecto a los jugadores, se estima que la cifra de licencias ronda actualmente las 100.000, triplicando en una década las existentes. Esto además ha permitido universalizar el deporte, dado que son otros muchos quienes lo practican de manera informal o no licenciada. El universo del pádel abarca todas las edades y, aunque no alcanza la paridad, si tiene una adecuada representación del género femenino, con un 35% de las licencias emitidas.
De la cancha de barrio a primeras figuras
Una de las claves necesarias para que un deporte despunte es que el número de jugadores sea considerable. Viendo las bases que se habían construido no es extraño que hoy por hoy España sea una potencia en el pádel internacional. Entre ellos tenemos a Ale Galán, que empezó como jugador casual pero actualmente es, junto a Juan Lebrón, la pareja número uno de este deporte. También destaca la pareja de Arturo Coello, en este caso con el argentino Agustín Tapia. Cerraríamos este podio de grandes con Jerónimo González y Javier Garrido, también destacados en el ranking.
Ellas no van a la zaga, tal como pasa con Ariana Sánchez y Paula Josemaría, actualmente la mejor pareja femenina del circuito internacional. A poca distancia tenemos a Gemma Triay y Bea Goznález, mientras que el bronce sería para su pareja, la argentina Delfina Brea.
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