Vivíamos en semifinales dos partidos con inquilinas poco habituales en sus filas, sobre todo en uno de ellos, el primero y al final hubo sorpresa. El segundo choque significó la despedida de la única pareja que quedaba en pie dentro del top 5 y ya no veremos el habitual duelo en la cumbre. Nuevas inquilinas para luchas por el título.
Alejandra Alonso y Andrea Ustero salían a la central de México con las ilusiones por las nubes, con el listón marcado más que rebasado y con la opción de la final en el horizonte, pero el trabajo estaba más que hecho y con nota. Aun así, no se amilanaron y plantaron cara a Virginia Riera y Sofia Araújo.
Un duelo de emociones e intensidad desde la primera pelota que se decidió en esta primera manga a favor de la pareja que mejor se supo manejar en la locura de breaks en que se convirtió el choque, pues las españolas salvaron seis de ocho en contra que tuvieron y la argentina y la portuguesa hicieron lo propio con uno de cuatro en contra.
En ese intercambio, Ustero y Alonso saldrían por delante con un 4-6 y daban un importante aviso: ya que habían llegado, lo iban a pelear. Pero la reacción de las sextas cabezas de serie fue total (también ayudadas por el bajón experimentado por Alonso debido a un golpe de calor, a la que se veía sufriendo en la pista), y se fueron cuesta abajo sin frenos en el segundo, con dos breaks a favor y directas, maniatando a las jóvenes con un 6-1.
Empate y todo al tercero, en el que volvió la montaña rusa de roturas para las dos parejas a pesar de que Alejandra y Andrea empezaron con un 0-2 arriba demostrando su ambición (cuatro opciones para cada una, salvando Riera y Araújo dos y Alejandra y Andrea sólo una). Esta vez la dinámica positiva recayó en las favoritas por ranking, que respondieron a la afrenta del set inicial con los mismos registros, apagando el sueño de las españolas y metiéndose en su primera final de la temporada (4-6, 6-1 y 6-4).
Ya con la noche cerrada en México, saltaban nuevamente a la pista las jugadoras, esta vez para la segunda semifinal, en la que Jessica Castelló y Claudia Jensen serían protagonistas frente a Delfi Brea y Bea González.
En una día lúcido, con un juego combinado muy fluido, la española y la argentina no solo plantaron cara a las grandes favoritas que quedaban en liza, sino que les hicieron daño, les llevaron al límite e, incluso, les ganaron. Apretando mucho desde el resto, solo tuvieron cinco bolas de break en contra, de las cuales salvarían dos, pero es que fueron capaces ellas de tener hasta seis y con mucho acierto, se echaron al bolsillo cinco de ellas.
Ahí estuvo la única diferencia de un envite inicial en el que Jensen y Castelló se hicieron fuertes con su versión más solvente y encendieron las alarmas en las nº2 (7-5).
Pero es que la continuación fue igual o mejor para ellas, porque no bajaron el pistón de las revoluciones y siguieron provocando errores y forzando al otro lado de la red, sin dejar que ni Bea ni Delfi estuviesen cómodas en ningún momento, ya con frío que evitaba que los remates de la andaluza fuesen decisivos y sin la argentina siendo trascendental en el armado del juego.
Así, a trompicones, fue avanzando el partido para ellas, siempre pegadas pero sin rebasar ni intentar un asalto en firme al marcador, lo que hizo que, pasadas las dos horas, Jessica Castelló y Claudia Jensen lograran llegar a la cima y acceder a la final (7-5 y 6-4).
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