Todo el top 4 de parejas pasó el corte de los 1/4 de final y ha decidido juntarse en semifinales. Para mayor gloria del torneo, los máximos favoritos siguen en liza y compondrán unas semifinales de auténtico lujo a las que todos han llegado prácticamente por el mismo y suave sendero.
Eso sí, hubo un momento puntual de la sesión que, desde luego, conviene comentar. Se volvían a ver las caras, tras la polémica de hace unas semanas en Doha, Miguel Yanguas y Javi Garrido con Ale Galán y Juan Lebrón.
En lo deportivo, no cabe duda que esta vez los nº2 del ranking fueron netamente superiores, manteniendo siempre su saque a buen recaudo y atacando para abrir el marcador en el noveno juego y décimo juego, obteniendo así un 6-4. En la continuación, las diferencias fueron acrecentándose en favor de Lebrón y Galán, también ayudados por un Javi Garrido que sufría mareos y que, físicamente, no estaba atravesando por un buen momento, mermado en su rendimiento.
Todo ello derivó en un 6-2 y, justo después, en la polémica.
Cuando se iban a dar el habitual saludo en la red, Galán lo hizo apropiadamente con sus dos rivales pero, sorprendentemente, a Lebrón se le ocurrió quitarse su camiseta, darle la vuelta y levantarla hacia Yanguas y Garrido, mostrándoles su nombre, en un claro acto de provocación, mientras los dos andaluces le miraban incrédulos. Estos decidieron salir de la pista sin saludar y poco después, en la zona de banquillos, volvieron las quejas y los reproches, con Yanguas admitiendo que nunca le había faltado el respeto a Lebrón y con Jorge Martínez intentando rebajar la tensión.
Independientemente de lo ocurrido con anterioridad y más aún teniendo en cuenta que Lebrón ya había pedido perdón, esta nueva »sacada de pies del tiesto» del gaditano es un gesto totalmente reprobable, que no viene a cuento y nada justificable. Un jugador como él, en el que se fijan muchos niños y aficionados, tiene que dar ejemplo con su actitud dentro y fuera de la pista, más aún habiendo sido número 1, con lo que eso significa. Es una absoluta vergüenza que comportamientos así tengan cabida en cualquier deporte, menos en el pádel, que presume de tantos valores y está luchando por su olimpismo.
No sabemos si Premier Padel, la FIP o la Asociación de Jugadores tomará medidas al respecto pero desde luego, el comportamiento de Lebrón no debería repetirse nunca en una pista de pádel.
Más allá de esto, Arturo Coello y Agustín Tapia harían derrapar a ‘Momo’ González y Fede Chingotto en su ascensión (6-1 y 6-2) al tiempo que Paquito Navarro y ‘Sanyo’ Gutiérrez volvieron a mostrar una versión fantástica de juego, rendimiento y sensaciones, superando a Edu Alonso y Álex Arroyo por 6-0 y 6-4.
Sí que sufrirían algo, en cambio, Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, pues ‘Coki’ Nieto y Jon Sanz se emplearon a fondo para obstaculizarles al máximo su continuidad en el torneo.
Un set para cada dupla con idéntico marcador, golpeando primero los ‘Súper Pibes’ con un 6-4 que, a pesar de lo ajustado, auguraba un buen porvenir para ellos, pero Nieto y Sanz se rebelaron y decidieron llevar el partido un poco más allá. Carburaron algo mejor en defensa, juntaron líneas y siguieron con su loca sintonía y soltura en ataque, lo que les permitió llevarse el siguiente parcial (4-6) y mandarlo todo a un tercero en el que, directamente, no comparecieron.
Serían Stupa y Di Nenno los dueños del Arena GNP, consiguiendo todos y cada uno de los juegos que se disputaron y ofreciendo una versión muy sólida y totalmente opuesta a la entregada por Nieto y Sanz, inoperantes y sin fluidez, para acabar haciendo valer su mayor ranking por 6-4, 4-6 y 6-0.
Las semifinales quedan de la siguiente manera:
Agustín Tapia – Arturo Coello vs. Paquito Navarro – ‘Sanyo’ Gutiérrez
Franco Stupaczuk – Martín Di Nenno vs. Ale Galán – Juan Lebrón