No contentas con el trabajo realizado y con haber llegado a la final, lo volvieron a hacer. Noa Cánovas y Jimena Velasco se convertían, de manera oficial, en las »Matagigantes» del torneo de Leganés. Las dos jóvenes han encontrado esta semana el punto culmen de su pádel, su mejor versión.
No partían ni mucho menos como favoritas, quizá algunos no las ponían ni en la terna de candidatas pero, partido a partido, fueron quitándose rivales del medio (cabezas de serie nº1 incluidas) hasta llegar a la final, su primera final y allí, otra vez triunfaron.
Desparpajo, atrevimiento, imaginación y mucha confianza han sido sus señas de identidad durante todo el torneo y más en el último duelo, un enfrentamiento que contó con una gran novedad introducida por primera vez en un circuito profesional, tres jueces extra, dos de fondo y uno en el lateral, para ayudar en las decisiones a la hora de si una bola toca o no pared lateral y también para la altura de saque.
Ante Lorena Rufo y Lucía Martínez, quienes eran favoritas por ranking, hicieron una puesta en escena en los primeros minutos sencillamente sensacional. Tras un intercambio de breaks inicial (cuatro en los primeros cinco juegos), todo quedó muy igualado (2-2) pero a partir de ese momento la inercia positiva quedó del lado de Jimena y Noa. Empezaron a soltar lastre y a caminar primero y luego correr para tomar distancia en el marcador e impedir que sus oponentes hicieran un solo juego más (6-2).
Jimena golpeaba una y otra vez por arriba y Noa cubría sus espaldas sin importarle dejar su lado descubierto, pues llegaba a defender una y otra vez, mientras que Lorena no conseguía conectar acciones consecutivas en su juego ofensivo, lo que lastraba el rendimiento de la pareja.
Sin embargo, a la salida del banquillo, lograron Martínez y Rufo engancharse, desactivando la zurda de Jimena y por primera vez en el partido, haciendo que sufrieran, que no encontraran la manera de cosechar puntos ni juegos. Ahora eran las chicas de Severino Iezzi las que estaban más cómodas, las que llevaban el mando del partido pero ni aun así lograban que se despegaran del marcador las dos jóvenes, quienes a base de morder periódicamente, se agarraban siempre y no cedían en el marcador.
Con más garra y corazón que fluidez, lograron forzar el tie break (llegaron a estar 3-5 abajo y restando para mantenerse en el set) y ahí, en el desempate, demostraron por qué habían sido capaces de llegar a la final. Desbordaron a Lucía y a Lorena y les asestaron el golpe definitivo tras casi dos horas de partido (6-2 y 7-6).
Un triunfo espectacular para estas dos jugadoras que van a tener mucho que decir durante la temporada.