Los dos partidos que nos dejó el cuadro femenino en Leganés vivieron, más o menos, la misma estructura: juego rápido, marcador express y la confirmación de que las jóvenes vienen apretando muy fuerte y ya optan a títulos.
Así ocurrió en el primero, el que enfrentó a Lucía Martínez y Lorena Rufo con Sandra Bellver y María Eulalia Rodríguez. Ganaron las primeras pero les costó bastante soltarse en el marcador, algo que solo consiguieron en el tramo final, cuando ya Rodríguez no tenía la misma efectividad con su pegada y no suponía tanta amenaza.
Lucía y Lorena jugaron el primer set a trompicones, estando primero por detrás de sus rivales pero consiguiendo, en el último tramo, darle la vuelta a los dígitos. No se mostraron muy desenvueltas (1-3) pero consiguieron, en el momento decisivo, recuperar sensaciones, empezar a tomar más la red, a arriesgar algo más con las bandejas y, por ende, a tener un mejor goteo de puntos.
Así, del 1-3 pasaron al 3-3 y finalmente obtuvieron el break que les abrió la primera manga (5-4) y que les sirvió para justo después cerrarla (6-4).
En el segundo set sería Lorena Rufo la que demostró más valentía en el inicio, tomando las riendas del encuentro, siendo certera en las bajadas de pared y también en los remates, provocando caos en la defensa de Bellver y Rodríguez.
Pusieron tierra de por medio (3-1) y Rufo siguió con su recital, aprovechándose de otro punto de oro (5-2) y de una mayor convicción en su juego, al tiempo que María Eulalia Rodríguez estaba más cabizbaja, sin la mordiente del principio y como perdida por la pista, lo que se tradujo en su derrota final (6-4 y 6-2) y la clasificación de Rufo y Martínez para su primera final.
En la segunda semifinal, la pareja sorpresa compuesta por Jimena Velasco y Noa Cánovas, »matagigantes» del torneo, se citaba con la experiencia de Carolina Navarro y el poderío aéreo de Marina Guinart, si bien sería Velasco la que, en primera instancia, se encargaría de sacar una bola tras otra de la pista con el remate como gran herramienta, como brazo ejecutor.
Así, uno tras otro, enlazaron cuatro juegos seguidos, dos breaks (3-0) y ofrecieron una sensación de superioridad y control total, haciendo inoperante la defensa de Navarro y Guinart, esta última saliendo siempre de pista buscando la bola pero sin llegar nunca a devolverla.
Se hinchó Jimena Velasco a rematar, pero también Noa, llegando siempre bien colocadas a la red y haciendo que las oponentes fuesen a remolque en todo momento. Suma y sigue en la estadística para poner el 5-0 y, justo después, el 6-0, estadística perfecta.
Continuaría la misma situación en el segundo, prolongación de las sensaciones positivas y el buen juego en un lado, y la desesperación en el otro, poniendo un imponente 3-0 en el marcador en favor de las dos jóvenes. Seguían picando piedra, trabajando a destajo y ofreciendo una imagen de solidez total pero, en el décimo juego, consiguieron Carol y Marina su primer juego del partido (6-0 y 3-1).
Siguieron sin inmutarse, con calidad y demostrando una templanza impropia de su edad, descerrajando constantemente la defensa de unas Guinart y Navarro que sufrían de lo lindo y que corrían siempre detrás de la pelota (5-2). Una pequeñísima reacción (5-3) sirvió para que Jimena, con su servicio, obtuviera cuatro bolas de partido y, con la primera, cerraran un partido de matrícula de honor (6-0 y 6-3) y llegaran a su primera final.
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