En un año que bien podría compararse con una película de suspense, el mundo del pádel ha vivido momentos extraordinarios que quedarán grabados en la memoria de los aficionados. Así como en »El Señor de los Anillos» donde la lucha por controlar el anillo de poder era constante, en el pádel del 2023, los guerreros de la pala han protagonizado batallas épicas en cada torneo con el objetivo de hacerse con el número 1.
Temporada de grandes reinados
En la arena del pádel, la pista, hemos tenido cuatro nombres propios que han destacado por encima del resto; en el apartado femenino, Paula Josemaría y Ari Sánchez (14 títulos), y en el masculino, Arturo Coello y Agustín Tapia (15 títulos). Suyos han sido la inmensa mayoría de títulos esta temporada, imbatibles por momentos, conquistando título tras título con un juego que parecía sacado de un guion cinematográfico, esencia pura de pádel.
Pero estos cuatro jugadores se han visto secundados por otros que, en un momento u otro, les han arrebatado títulos, gloria y les han hecho la temporada un poco cuesta arriba. Entre las chicas han crecido y sobresalido Delfi Brea y Bea González y, a cuentagotas, otros nombres como los de Gemma Triay y Martita Ortega y el de jóvenes valores que han surgido y que prometen emociones en los años venideros como son, por ejemplo, Alejandra Alonso y Andrea Ustero, Claudia Fernández o Marina Martínez.
Si miramos a los chicos, obviamente los mayores candidatos a pelear por el cetro mundial han sido Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno; los ‘Súper Pibes’ conseguían durante una parte del año un rendimiento excepcional, adaptándose a todo tipo de pistas y siendo un quebradero de cabeza para Coello y Tapia y llegando a levantar un total de siete títulos en su campaña más prolífica, con un crecimiento sublime en lo físico de Di Nenno y conjugándose como se esperaba bajo las órdenes de Carlos Pozzoni, quien fue capaz de conseguir una pareja que peleaba tanto si estaba a favor de marcador como en contra, siendo su gran seña de identidad.
Tampoco nos podemos olvidar de la magnífica temporada de Franco Dal Bianco y Maxi Arce en el circuito A1 Padel al imponerse en 10 títulos de los 16 con que contaba el calendario así como de la de Paquito Navarro y Fede Chingotto, quienes tenían como pareja una despedida más que merecida (y peleada) al hacerse con el Master Final de Barcelona.
El año nos ha dejado también la aparición de jóvenes valores que habrá que tener muy en cuenta ya a partir de la próxima campaña, como son los de Leo Augsburger o Tino Libaak, Juani De Pascual en el circuito A1 Padel, Pablo García Rodrigo, Álex Arroyo, Agustín Gutiérrez o Pablo Cardona; todos ellos supondrán un relevo generacional ante los más veteranos, si bien todavía les quedan varios pasos por dar para asentarse definitivamente.
En el capítulo de los que no han tenido el rendimiento esperado también tenemos nombres propios, como los de ‘Sanyo’ Gutiérrez, Maxi Sánchez, Juan Lebrón y Ale Galán (los grandes damnificados del año a pesar de su resurgimiento en el último tramo de campaña con cinco títulos) o Miguel Lamperti en el caso de los chicos (por mencionar solo a unos pocos), así como Alejandra Salazar (cierto es que en su caso estuvo mucho tiempo fuera por una lesión), Tamara Icardo o Victoria Iglesias (también golpeadas por las lesiones), Lucía Sainz o Carolina Navarro.
Despedidas y retiros: El adiós a leyendas del pádel
El 2023 también fue testigo de despedidas emotivas, el adiós de nombres que quedarán grabados en la historia de este deporte y que los aficionados harán bien en no olvidar nunca, pues suya ha sido parte de la evolución de esta disciplina.
Los que hemos tenido la suerte de ver en acción a Juan Martín Díaz (este con un vídeo homenaje vergonzoso por parte del circuito en el que no aparecía una sola imagen de Fernando Belasteguín, el compañero con el que más títulos ha conseguido), Pablo Lima, Mapi y Majo Sánchez Alayeto o Juani Mieres siempre nos quedará en la retina su entrega, trabajo, fantasía en el golpe o recursos, jugadores que han conseguido marcar un antes y un después en este deporte y que han ayudado a evolucionarlo y a hacerlo mejor.
Junto a ellos, también dejaremos de ver a Eli Amatriain, Mari Carmen Villalba o Matías Díaz, todos actrices y actores muy destacados que han levantado al público, nos han contagiado su pasión por el deporte de la pala y, sobre todo, han sido, son y serán muy queridos por los aficionados.
El pádel en España: un cúmulo de altibajos constantes
A nivel amateur y federacional hay que destacar que el pádel en nuestro país ha vuelto a adquirir altas cotas de protagonismo, con multitud de jugadores en los torneos que semana sí y semana también se han organizado en prácticamente todos los puntos de la Península Ibérica, así como en las diversas competiciones que las federaciones territoriales han montado (campeonatos provinciales, absolutos, de veteranos, por equipos y de menores) y a nivel internacional, con el doble título en el Mundial de Menores, los buenísimos resultados en el Campeonato de Europa Absoluto y de Veteranos, el aumento del número de licencias (más de 100.000 según datos de la Federación Española de Pádel) pero también, y esto hay que destacarlo, sin momentos tan brillantes, puesto que la FEP ha vivido una montaña rusa constante en 2023.
Decisiones muy controvertidas como el anuncio de dimisión del presidente Ramón Morcillo para luego volver atrás, la dimisión del seleccionador de menores José Luis Gutiérrez del Álamo, la decisión de dejar fuera a Claudia Fernández del Mundial de Menores, la cesión de su puesto a la vicepresidenta Bitxori Barcina por no estar de acuerdo con las cuentas presentadas por el organismo nacional, un Campeonato Absoluto venido a menos…en definitiva, una crisis tras otra que no ha permitido a la FEP levantar cabeza y que esperamos sirva para que en 2024 veamos un organismo fuerte, unido, coherente y que trabaje por el pádel sin los errores del pasado.
El último capítulo del World Padel Tour: una despedida agridulce
Como en el último capítulo de una serie apasionante, el World Padel Tour anunció su despedida al final de la temporada. Este circuito, que ha sido el epicentro de la emoción padelera durante una década, cerraba sus puertas con una mezcla de nostalgia y gratitud. Los jugadores, los aficionados y la comunidad del pádel en general rindieron homenaje a este evento que dejó una marca indeleble en la historia del pádel.
Una despedida que se fraguó un día que quedará marcado para siempre: 24 de agosto. Esa fecha fue en la que se llegó a un acuerdo entre WPT y Premier Padel para crear un único circuito tras absorber Qatar Sports Investments el circuito que era propiedad de Damm. Un acuerdo que, como calificaban desde QSI, significaba »un momento histórico para el deporte del pádel, viendo finalmente a los dos principales circuitos profesionales de pádel unificados como un único circuito mundial bajo la gobernanza de la Federación Internacional de Pádel a partir del próximo año». Un »único circuito mundial» que tiene mucho por mejorar, que ha hecho cosas muy bien pero que tiene una lacra enorme en comunicación (solo hay que ver sus redes sociales y lo poco que difunden resultados e imágenes), en su página web (en la que no hay más información que el calendario) o en los perfiles de la FIP, en los que tampoco hay muchas imágenes y donde ni siquiera se sube apenas contenido de sus circuitos Star, Gold, Promotion o Rise.
La otra fecha importante y esencial sería el 17 de diciembre, ese día en el que, tras la entrega de trofeos en el Master Final, se bajaba el telón y apagaban las luces de una competición que nos ha acompañado, con sus aciertos y también con sus errores, durante una década, para acabar con todo un récord de espectadores (15779 en el Palau). Un punto final que quizá sea un punto y aparte.
En resumen, el pádel del 2023 ha sido un año de emociones intensas, con héroes que se alzaron, leyendas que se despidieron y un torneo emblemático que cerró sus puertas. Como en la mejor de las historias, el pádel nos recordó que, al igual que en la pista, en la vida siempre hay un punto más para jugar.