Público puesto en pie para recibir a su heroína local en el Palau Sant Jordi. El Master Final abría sus puertas a Ari Sánchez y Paula Josemaría, dupla dominante este 2023 y también la llamada a galopar por el torneo con poca oposición.
La pista negra les daba la bienvenida en medio del humo y los aplausos, midiéndose ante dos rivales que sobre el papel podían ponerles en unos cuantos problemas por su manera de jugar, por su propia idiosincrasia, y porque podían dar la gran campanada del torneo.
Virginia Riera y Tamara Icardo, »villanas» del choque, pronto se dieron con un golpe de realidad muy cruel, pues en el primer set apenas pudieron disputar más de cuatro o cinco intercambios seguidos en cada punto, siendo superadas, maniatadas y cortocircuitadas, como prefieran ustedes decirlo, por las líderes, encomiables en el esfuerzo, trabajo constante al unísono, metrónomos sobre el tapete.
Un rápido 6-1 cocinado a fuego de breaks, de golpe tras golpe, como el agua que va desgastando la piedra, así se presentaron en el Palau las grandes candidatas a la victoria.
Pero no habrían dicho su última palabra Riera e Icardo, pues el banquillo les dio ánimos y lucidez, decidieron cambiar totalmente su modus operandi y pasaron al ataque, metiéndole piernas al partido, un poco más de revoluciones forzando (demasiado) la máquina de Ari y Paula a la que la temporada se les está alargando en exceso y están sintiendo dificultades en el aspecto físico.
Así pasaríamos del 6-1 al 1-6 con todas las espadas en alto y el miedo en el cuerpo para las nº1, obligadas a exprimirse un poco más, a seguir corriendo y a no desconectarse del partido.
Tirando de oficio, aguantarían el envite inicial del binomio hispanoargentino de los primeros compases y después, con saber estar en pista y obteniendo un break que valía como oro en paño, sortearon las piedras del camino, en un ejercicio más de inteligencia y recursos que de dominio y control (6-1, 1-6 y 6-4).