Que Bea González y Delfi Brea se juntaron para campeonar es un hecho, y que este año está siendo el de su explosión y consagración total, también.
Este 2023 ha sido el año de mayor éxito para ellas independientemente de lo que ocurra en unos días en Barcelona porque casi sin hacer ruido, poco a poco, han ido recogiendo los frutos de su trabajo, de su perseverancia. Dos jugadoras que son compañeras dentro y amigas fuera y eso se nota en la química de una pareja que está a un nivel altísimo en lo táctico y también en lo físico, a quienes parece que la temporada se les está incluso quedando corta.
Una pena que no durara un par de meses más porque parece que podrían incluso recortarles puntos a las nº1. Últimamente, los torneos llevan su sello pues tras ganar en Madrid en Premier Padel, estaban ante la gran oportunidad de ser las primeras y únicas bicampeonas de este circuito en 2023, el primer de su historia, y no la desaprovecharon (a lo que hay que sumar los cinco títulos de World Padel Tour que ya lucían en sus vitrinas gracias a los triunfos de Copenhague, Valladolid, Finlandia, Malmö y México).
Y tras esta introducción paralela a la competición, vamos con el partido, que es lo importante, un partido que les enfrentaba, en una final inédita, a Alejandra Salazar y Sofia Araújo, varias veces llamando a la puerta de la final pero sin llegar a entrar, hasta este domingo, en el que comparecieron por fin en la central para deleitarnos con un encuentro que fue claramente de menos a más, pues en el inicio, la madrileña y la portuguesa parecieron quedarse en el vestuario.
Lejos de su habitual mordiente, de la pelea de una y la potencia de la otra, no apareció tampoco la experiencia de Salazar ni los registros en ataque de Araújo, quienes se vieron sometidas por completo, amordazadas, encajando una bola tras otra en la línea de flotación sin poder responder. No conseguía tampoco su técnico, Willy Lahoz, sacarles de encima el nubarrón negro que les oscurecía la visión y todo ello, unido al sol que brillaba al otro lado, permitió a Bea y a Delfi atacar sin descanso en todos los parciales hasta obtener un rotundo 6-0.
Aplaudía el público a Alejandra y Sofia para insuflarles ánimos, para devolverles al partido, y lo consiguieron, pues la segunda manga resultó de un discurrir totalmente opuesto, cerrando filas el dueto hispanoportugués, apretando las muñecas y empezando a morder.
El partido mutó en un correcalles de gran intensidad y de intercambios en los que las cuatro ganaban, se pasaban y repasaban, sin encontrar la manera de distanciarse. Así fueron sucediéndose los juegos hasta que el desenlace de la manga les obligó a estirar todo un poco más, llegando a la muerte súbita, un final más que merecido para todas: para Bea y Delfi en busca de sentenciar y para Ale y Sofia para alargar su estancia.
Sin embargo, el juez fue también verdugo y no permitió que el choque se fuese a un tercer set. Las chicas de Jorge Martínez sentenciaron con el temple de dos veteranas, saltando y abrazándose en medio de la pista tras el 6-0 y 7-6, dejando sin alegría y con caras largas a una Salazar y una Araújo a las que les pesó demasiado su mal comienzo.
Así, con un rush final formidable, han levantado su tercer título consecutivo, un triplete fantástico que les vuelve a hacer sonreir. Llegan al Master Final con la mirilla afilada y la pólvora cargada y que nadie dude que lo van a pelear hasta el extremo.