Tras ver los dos marcadores de las semifinales masculinas del Premier Padel P1 de Milán podemos decir sin temor a equivocarnos que si intensidad, pelea y despliegue de pádel hubo en el cuadro femenino, en el masculino la medida de todo ello fue igual o incluso mayor, porque los dos encuentros vividos destilaron espectáculo.
Por nombres, el papel nos iba a dejar numerosos alicientes y también una final anticipada (como en el caso de las chicas) para, posteriormente, hacer que nos fuéramos a casa sin aliento y con la boca abierta.
Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno tomaban sitio en su banquillo mientras por la pista central aparecían Arturo Coello y Agustín Tapia, duelo de gigantes con dos estilos muy diferentes, una rivalidad de las que gustan y atraen miradas, la lucha constante contra la excelencia, la garra contra el talento.
La temporada de los primeros, más en la sombra que muchos, está siendo de sobresaliente y siguen demostrando a todos los que ansiaban su vuelta como pareja que no se equivocaban, que su unión es de campanillas y que sus títulos no han venido por casualidad, se los han trabajado y si no han llegado más y están un peldaño más arriba es por culpa de que otros han sido mejores, pero no por demérito suyo.
El caso es que, volviendo al partido, el set inicial empezó con un gran acierto en los primeros saques y también con un ir y venir de breaks en los dos lados de la red, consiguiendo salvar dos de los tres que tuvieron los argentinos y ninguno de los dos que acumularon Arturo y Agus, a la vez que los primeros convirtieron dos y los otros solo uno y esas fueron las únicas diferencias del parcial (6-4).
Esas estadísticas casi se mantuvieron intactas en el segundo set, donde los ‘Súper pibes’ salvaron sus tres breaks en contra mientras que el español y el argentino solo pudieron hacerlo con tres de los cuatro que tuvieron y esa sería en ese caso la rendija por la que un Martín sublime en el ajuste y la corrección en defensa y un Stupa brillante en la apertura de espacios y en sujetar a Tapia en el cruzado, se colaron.
Otro 6-4 para el final de una racha espectacular de Arturo Coello y Agustín Tapia de 23 triunfos consecutivos y cuatro de los últimos cinco títulos de Premier Padel en sus vitrinas. No conseguirán este 2023 el quinto, y no llegarán en plena forma al Master, porque el final de año se les sigue haciendo largo y cuesta arriba. Acabarán en lo más alto, pero por el camino se han dejado triunfos de renombre.
La segunda semifinal contaba con Ale Galán y Juan Lebrón como protagonistas junto a Paquito Navarro (ídolo local absoluto) y Fede Chingotto. Una pareja que ya definitivamente ha vuelto con otra que nunca se ha ido pero que no ha terminado de encontrar premio a su juego, la »dupla fénix» contra los aspirantes.
Aunque siguen en su proceso de recuperación total (especialmente Lebrón), terminaron ganando el partido por físico; también por pádel, pero al final se entró en un terreno donde predomina la frescura de piernas por encima de la de la muñeca y en ese apartado, Galán y Lebrón son superiores a Paquito y Fede, y a muchos.
Fueron un ciclón en el inicio, desbaratando todas las ofensivas de Navarro y Chingotto, volando en la pista como tantas otras veces en el pasado e impidiendo a sus rivales asentarse y hacer buena su estrategia; de hecho, el primer parcial lo dice todo, acumulando un 6-3 que dejaba bien claro que querían un final feliz y rápido.
Estuvieron cerca de conseguirlo dado que la salida en la continuación fue la misma, pero a Galán se le empezaron a apagar las luces y falló en el momento más impensable para un jugador de su experiencia en estas lides: con el saque. Lo tenía en su mano para sellar el pase a la final pero se equivocó en algunas decisiones y con ello Paquito y Fede encontraron el soplo de aire que necesitaban, lograron empatar el partido en un premio a su persistencia (5-7) y emplazar el choque a otro set extra.
Ahí sería donde el físico entró en juego y donde el hambre que este año más que nunca tienen el madrileño y el andaluz por demostrarles a todos que no están acabados se personificó sobre la pista. Otro ejercicio inconmensurable, más incluso que el de la manga inicial, para terminar haciendo retumbar los decibelios en el pabellón italiano. Paquito y Fede habían pagado los platos rotos de su osadía y se iban con un 6-3, 5-7 y 6-2.
Así conseguían Galán y Lebrón su primera final (sí la primera) en Premier Padel esta temporada. Ha tardado en llegar por las vicisitudes vividas durante su camino, pero por fin la tienen. Y todo ello entre rumores de posible separación. ¿Conseguirá esta pareja un final dorado?
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