Tremendas las dos semifinales femeninas del Milano Premier Padel P1. Mismo resultado, misma energía y, en una, incluso sorpresa. Dos batallas épicas de altura que demostraron no solo las ganas de ganar de ambas parejas, sino el excelente momento físico de todas las participantes y la entrega total en cada pelota.
Dos grandísimos y aplaudidos partidos que hubiesen merecido que las cuatro parejas se llevaran premio.
Primero se vieron las caras cuatro de las jugadoras más en forma de la actualidad, Paula Josemaría y Ari Sánchez por un lado y Bea González y Delfi Brea por el otro, las nº1 contra las nº3, reeditándose el tremendo partido que nos regalaron en la final de Madrid, una lástima que ahora de manera anticipada. pero volvió a ser un partidazo.
Conociéndose como se conocen, buscaron atacarse los puntos débiles de cada una y eso convirtió el partido en un ir y venir de roturas, una locura en la que salieron victoriosas las que mejor se manejan en esa suerte, Bea y Delfi, contrarias al orden marcial que suelen querer imprimir siempre Ari y Paula, no tan efervescentes como otras veces y algo más justas de frescura en las piernas. Así, con un break por delante, lograron abrochar la andaluza y la argentina el primer parcial y respirar algo aliviadas en el banquillo (6-4). Su lanzamiento de moneda había salido cara.
Buscaron la misma ecuación en el segundo pero los primeros compases fueron algo diferentes, pues Josemaría y Sánchez se abonaron más al pádel-control y monopolizado que suelen destilar y empezaron a adquirir ventaja y mejores sensaciones, por lo que las chicas de Jorge Martínez tuvieron que remar a la contra hasta situar su proa del barco junto a la de sus rivales, cazadas en el tramo más decisivo.
Sin perder el empuje de sus paladas, Brea y González siguieron avanzando y rebasaron por completo a las nº1 tras forzar el tie break y en la muerte súbita dar otro estirón más, celebrando finalmente la victoria (6-4 y 7-6) y aspirando a ser las primeras bicampeonas de Premier Padel de 2023.
La segunda semifinal enfrentaría a Alejandra Salazar y Sofia Araújo con Jessica Castelló y Aranza Osoro en un choque sin orden ni control, tocando a salida en tromba, a guerra individual, a casi ausencia total de táctica. Buscándose en el cruzado las dos parejas, pasándose y repasándose continuamente, intentarían todas ponerse por delante pero en ese intercambio constante de golpes y heridas ninguna lo lograría tras los 12 primeros juegos, por lo que se citaron en el tie break y ahí el destino jugó un papel cruel para Osoro y Castelló, quienes tuvieron no una, sino hasta dos bolas de set pero las perdieron, mientras que la que tuvieron Araújo y Salazar fue al zurrón (7-6).
Las oportunidades hay que aprovecharlas y en un choque de tanta igualdad, más si cabe, pues prácticamente valen oro y en esas ocasiones la experiencia también vale mucho, por lo que Alejandra Salazar se convirtió en la clave de la ecuación. Empezó a manejar algo más en el segundo set tras verse muy contra las cuerdas cuando la argentina y la española se tiraron a morder para forzar el empate y lograron adquirir cierta ventaja que en muy poco tiempo perdieron, con tres juegos seguidos de las chicas de Willy Lahoz.
Ese golpe de timón les permitió tomar algo de aire y salir a flote para terminar de asestar el golpe definitivo a la línea de flotación de Aranza y Jessica, jugando ya más con corazón que con cabeza y viendo cómo las rivales se acababan llevando un partido en el que, por entrega, hubiesen merecido al menos el premio de un set (7-6 y 6-4).