La sesión de octavos de final fue enredándose conforme avanzaban los partidos. Si al inicio todo fue fluido, con marcadores amplios y dominio total de una de las parejas, poco a poco la pelea fue tomando protagonismo y terminó por elevar la definición de los encuentros a un nivel muy alto. La claridad de ideas se tornó pelea máxima y dejó un final en el que hubo que correr, y mucho, para ganar cada punto.
Jornada muy sencilla para las números 1 con otra demostración de enorme calidad y de temple, contundencia y regularidad. El día anterior ya estuvieron superlativas pero ahora se han superado, logrando ante Nuria Rodríguez y Marta Talaván dos parciales casi idénticos y perfectos ambos.
En un abrir y cerrar de ojos, en lo alto del pabellón, aparecía un 6-0 y 6-1 que les clasificaba para cuartos.
Más problemas evidenciaron la valenciana Tamara Icardo y su compañera argentina Virginia Riera para lograr eliminar a la que sin duda ha sido gran pareja revelación de la temporada, Alejandra Alonso y Andrea Ustero. Las dos jóvenes no empezaron excesivamente bien y se vieron sobrepasadas por el mayor acierto de Icardo y Riera, muy activas en sus acciones y demostrando su mayor poderío en el ranking.
Tras conseguir el primer set con un break de ventaja (3-6), la española y la argentina se fueron confiadas al banquillo, lo que aprovecharon Alonso y Ustero para, a la vuelta, apretar al máximo y sacar un parcial espectacular, una demostración de su crecimiento y calidad a pesar de ser muy jóvenes (dos jugadoras que van a estar muy cotizadas) (6-1).
Con todo por decidir y con la lección aprendida, Tamara y Virginia decidieron nuevamente que debía ser su momento y que no podían dejar nada al azar. Punto a punto y juego a juego, fueron adquiriendo ventaja y devolvieron el golpe con idéntica intensidad y registros; así, conseguirían el pase a cuartos con un 3-6, 6-1 y 1-6.
Claudia Jensen y Vero Virseda, por su parta, despidieron a la pareja local compuesta por Carlotta Casali y Emily Stellato sin apenas contratiempos (6-0 y 6-2), mientras que Delfi Brea y Bea González hicieron lo propio con Xenia Clascá y Raquel Piltcher y su magnífico torneo con un resultado muy doloroso (6-0 y 6-0) en un choque en el que no les dejaron siquiera llevarse el juego de la honra.
Sofia Araújo y Alejandra Salazar, en su enfrentamiento ante Marta Barrera y Melania Merino, tampoco les dejaron facturar en el set inicial (6-0) mientras que en el segundo sí que hubo algo más de batalla en la pista y la suerte de las ganadoras se definió por una rotura en solitario en favor de la pareja nº4 del torneo (6-0 y 6-4). Lo mismo les ocurriría a Patty Llaguno y Lucía Sainz ante otra pareja con componente local, la formada por Carla Mesa y Carolina Orsi.
En este caso, la igualdad fue la nota predominante de la manga inicial, pues en ella las cuatro fueron incapaces de abrir brecha y por ende tuvieron que ir a la muerte súbita, en la que la dupla nº7 fue mejor y se puso un paso por delante; con esa ventaja conseguida, en el segundo todo fue más asequible y sencillo para ellas, y la inercia la tuvieron más de cara, abriendo un margen amplio que les permitió llevarse la contienda con un 7-6 y 6-2.
Quedaban dos partidos y ambos tuvieron igual fórmula aunque los registros fueron bastante diferentes. En ambos se decidió escoger el camino difícil, el de la pelea total, por encima del tranquilo y eso lo agradeció sin ninguna duda el público.
En el primero, Jessica Castelló y Aranza Osoro se las vieron y desearon para eliminar a Patricia Martínez y Águeda Pérez, una pareja que se les rebeló y les obligó a ofrecer su mejor versión, a sacar toda su garra, ya desde el principio. Un tie break para comenzar tras sestear ambas duplas por un set y no poder dejar atrás a las oponentes, siendo Martínez y Pérez las que se adelantaron en la muerte súbita.
La reacción de Aranza y Jessica, estratosférica, sublime, colocando un 6-1 en el luminoso sin ofrecer muestras de debilidad. Quedaba un parcial y en él las dos parejas volvieron a ofrecer la versión rocosa del inicio, defendiendo siempre de manera acertada y provocando que cada punto costase un mundo. Finalmente, un solitario break de la española y la argentina les concedió la victoria (6-7, 7-1 y 6-4).
En el otro, Carmen Goenaga y Lucía Martínez prosiguieron con su triunfal caminar y volvieron a llevarse la victoria bajo el brazo, en esta ocasión en detrimento de Noa Cánovas y Jimena Velasco con un doble 6-4 en un choque muy táctico y con dos estilos bien diferenciados de juego.