El principio y el fin, el lugar en el que todo empezó y, a su vez, en el que todo acabó para él. México dio inicio a la historia del pádel y también ha significado el adiós a un jugador de leyenda, Juan Martín Díaz.
Su nombre rima con espectáculo, con entrega, admiración, pasión y lucha. Su nombre es puro pádel, y en el país que dio origen a este bello deporte se le ha querido rendir un homenaje por su adiós a las pistas que, si bien ha sido multitudinario, no ha llegado a alcanzar el que los compañeros le han realizado a través de las redes sociales (y seguro que en privado), donde han demostrado el cariño y sobre todo respeto que han tenido siempre y tienen con este genial jugador.
Reza cierta canción del grupo Los Secretos que »por el bulevar de los sueños rotos, moja una lágrima antiguas fotos…las amarguras no son amargas, cuando las canta Chavela Vargas y las escribe un tal José Alfredo». En este caso la amargura no la cantaba ella, sino que llegaba al son de mariachis, con aires de ranchera pero también de tango argentino.
Se nos va (deportivamente hablando) el que para muchos ha sido ídolo, espejo, héroe total, gran exponente del pádel espectáculo que vivimos a día de hoy con los Agustín Tapia, Franco Stupaczuk, ‘Momo’ González…previo a todos ellos, pero presente siempre.
Un jugador con un carisma enorme que se ha ganado siempre el respeto y admiración de compañeros y rivales, con el que todos han querido jugar y que formó una pareja enorme, mítica, la más laureada de la historia del pádel y puede que de cualquier deporte; dis jugadores, él y Fernando Belasteguín que han sido y son pasado y presente pero también parte del futuro, que han visto el surgimiento de tres etapas diferentes en el pádel profesional (PPT, WPT y ahora Premier) y al que solo las lesiones, concretamente las de rodilla son las que le han impedido estar a un mayor nivel durante más tiempo.
Pero este no es artículo para enumerar sus múltiples cualidades o sus infinitos logros y títulos, sino para agradecerle, como han hecho sus compañeros, todo lo que ha dejado. Y precisamente ellos, sus compañeros, que son los que mejor le conocen, son los que han querido, a través de las redes sociales, rendirle el homenaje que se merece, un adiós que merece un aplauso enorme, casi infinito, y que ojalá encuentre el homenaje que merece.
Desde Matías Díaz al propio Bela, Carolina Navarro, Miguel Yanguas, Lucía Sainz y otros tantos, dejaban en sus redes sociales muestras de cariño hacia ‘El Galleguito’ o, como con excelente acierto le bautizó en su momento el narrador Óscar Solé, ‘El Señor de los Reflejos’.
Ojalá en algunos casos no hubiese despedidas, ojalá esto sea un hasta luego o hasta pronto y no un adiós. Porque aunque le seguiremos viendo competir al otro lado del charco en la Pro Padel League, sus míticas ruletas y golpes inverosímiles nos quedarán algo más lejos.