La prueba de México alcanzaba las semifinales de su gran y sorpresivo torneo, en el que se están dando de manera habitual más resultados contra pronóstico que de costumbre, y lo hacía con dos semis poco o nada habituales que se acabaron convirtiendo en duelos muy desiguales.
Y es que mientras una dejó distancias ínfimas, reducidas a la mínima expresión, la otra tuvo un final abrupto y nunca deseado.
Se acabó el sueño dorado en México para Noa Cánovas y Jimena Velasco, pero lo hizo encumbrándolas, dándoles un paso en su madurez como jugadoras y haciendo que se lleven en el recuerdo y también grabados cada uno de los partidos disputados, porque de ellos aprenderán mucho para el futuro.
Se medían a Tamara Icardo y Virginia Riera, una pareja que no ha tenido este año los resultados positivos del pasado y que necesitaban un buen registro; las semifinales ya eran un premio grande pero han conseguido tener uno incluso más dulce, la posibilidad de luchar por el título tras vencer con mucho esfuerzo con un 4-6 y 4-6.
Se esperaba quizá algo más de dominio por parte de la valenciana y su compañera si atendemos al ranking, pero la forma en que ambas parejas llegaban permitió que los aficionados viviesen una gran pelea y se anularan mutuamente, buscando con precisión perforar la defensa rival y contestando una y otra vez a los puntos que las oponentes lograban, siendo esta la constante del partido.
Por contra, en la otra semifinal, el espectáculo acabó antes de tiempo y lo hizo de manera fortuita y como nunca quiere un deportista. Vero Virseda y Claudia Jensen se vieron obligadas a bajarse del barco casi en marcha frente a Bea González y Delfi Brea por una lesión de Jensen, que prefirió lógicamente evitar males mayores y no forzar para llegar a tiempo tanto a México como al Master Final.
En este final de temporada se nota la exigencia y apreturas de calendario más que nunca y con dos torneos muy importantes por delante aún, conviene no forzar lo más mínimo. Así, aunque el encuentro estaba prácticamente finiquitado (2-6 y 2-4) para las segundas cabezas de serie, Jensen y Virseda se marchaban con mal sabor de boca pero esperando que la dolencia sea lo más leve posible.
Final, por tanto, inédita en la cita femenina con Tamara Icardo y Virginia Riera peleando por el que sería su primer torneo del año, y Bea González y Delfi Brea por seguir aumentando su nómina y dar un golpe de mano en la pelea por el top 2 de la Race.