Hacía algo más de un mes que no las veíamos en una final, pero han vuelto, y lo han hecho por la puerta grande. Ya tenemos final en Ámsterdam y no será la que por ranking enfrentará a las dos mejores parejas, pero sí que será igualmente de altísimo nivel.
Bea González y Delfi Brea se han ganando el derecho a hacer volar su ambición y a pensar que por qué no en la capital holandesa pueden volver a levantar un título ya además hacerlo ante sus rivales más complicadas (pero a quienes ya han ganado), Ari Sánchez y Paula Josemaría.
Una final de altura a la que ambas parejas han llegado desde semifinales por caminos totalmente opuestos. Las primeras, Ari y Paula, lo han hecho despedazando punto a punto a Aranza Osoro y Jessica Castelló, envalentonadas tras su buen hacer en cuartos pero quienes se han dado un baño de realidad en semis a pesar de que sabían que les tocaba »bailar con la más fea».
Las nº1 no dudaron un solo segundo y metieron varias marchas más tanto de velocidad como de efectividad en su juego, multiplicándose en cada centímetro de la pista y haciendo imposible que ni Osoro ni Castelló entraran en combustión y les plantasen cara. Así, el choque se convirtió casi en un monólogo que acabaría con un 6-2 y 6-1.
La otra eliminatoria, por contra, necesitó casi de reanimador porque las pulsaciones se dispararon y provocaron no uno, sino varios infartos por la tensión vivida.
Bea y Delfi empezaron con un temple magnífico, eligiendo siempre bien los tiros, parapetadas en una defensa numantina y siendo extraordinarias a la hora de acelerar la bola frente a Gemma Triay y Martita Ortega, totalmente maniatadas en el primer parcial, pudiendo únicamente maquillar el marcador con un 6-1.
Sin embargo tras la salida de banquillos el partido se convirtió en el cuadrilátero que se esperaba, descerrajándose a tiros mutuamente y buscando con ahínco abrir brecha en el marcador, algo que Brea y González lograron (3-1) pero perdieron la oportunidad de aumentarla más todavía, para ver cómo esta se desvanecía y que se empezase a oler un tie break que lograron evitar in extremis Gemma y Martita con un break y conservando justo después su saque para igualar (5-7).
En el tercero veríamos de entrada roturas de saque en ambas parejas para ponerse, esta vez sí, la andaluza y la argentina con un 4-1 que tampoco esta vez fue definitivo. Se repetía el guion pues Ortega y Triay tiraban de calidad para minimizar los daños aunque sin sellar la herida del todo. Al final, las dos jóvenes conseguían el punto definitivo y salvaguardar la ventaja conseguida (6-1, 5-7 y 6-4). Juego, set y final para ellas.
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