En ocasiones, elementos extradeportivos arrancan la atención del foco principal y en esta ocasión, en el Master de Madrid, teníamos dos. Ambos, por desgracia, negativos.
En primer lugar, las amenazas sufridas por uno de los participantes, el gaditano Álvaro Cepero, por parte de un espectador o espectadora que le increpaba por redes sociales y que le instaba a no ganar su partido ante Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra ya que si no le iba a »partir la nariz y degollarle». Comportamientos que están totalmente fuera de lugar.
La otra, también triste pero relacionada con el inexorable paso del tiempo, la retirada del genial Pablo Lima tras muchos años en la cima, compitiendo contra todos, llegando a lo más alto, siendo nº1 y, además, gran abanderado del pádel en su país, Brasil. El de Porto Alegre vivía su último torneo como profesional y se despedía en medio de un baño de aplausos y reconocimientos por parte tanto del público como de los rivales tras perder frente a Ale Galán y Juan Lebrón.
Se jugaba solo la honra, pero su espíritu competitivo le instaba una vez más a tirarse de cabeza en cada bola y no dar una sola por perdida, ADN de guerrillero, sangre llena de esfuerzo y pasión por esta profesión.
Una derrota al lado de su último compañero, Agustín Gómez Silingo (3-6 y 3-6), que no sabe tan mal pues sabe que ahora se le abre una nueva etapa muy ilusionante en su vida, junto a su familia y con otros proyectos que esperamos le mantengan ligado a este deporte.
🥺 No estoy llorando, tú estás llorando…#WPTMadridMasterⓂ️ pic.twitter.com/2xnjlJOQME
— World Padel Tour (@WorldPadelTour) September 20, 2023
Y volviendo a lo deportivo, para comentar los resultados decir que por un lado tuvimos los »partidos fáciles» los que se manejaron en medio del dominio de uno de los banquillos, y por el otro aquellos en los que hubo casi que pedir oxígeno por lo fatigados que acabaron los jugadores debido al alto nivel de intensidad.
En el grupo de los primeros encontramos, por ejemplo, el 6-4 y 6-1 de Arturo Coello y Agustín Tapia sobre Gonzalo Rubio y Álex Arroyo o el mismo resultado pero con los sets cambiados (6-1 y 6-4) que anotaron Javi Leal y José Antonio García Diestro para imponerse a Nico Suescun y Javi Martínez.
Además, ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Gutiérrez vencían sin siquiera terminar su partido frente a José Rico (excompañero de Agustín) y Jorge Ruiz cuando el marcador reflejaba un 6-2 debido al abandono por lesión de Rico y Ruiz, mientras que en el mencionado duelo que protagonizaba Álvaro Cepero junto a Álex Chozas, estos caían ante Sánchez y Capra con un resultado de 5-7 y 2-6.
En cuanto a los partidos que tuvieron algo más de pelea, empezamos por el de Miguel Yanguas y Fernando Belasteguín, a quienes les costó arrancar margen frente a Antonio ‘Pincho’ Fernández y Pablo Cardona. Los primeros compases tuvieron máxima igualdad y hasta que Bela y Yanguas no obtuvieron algo de ventaja (un único break en el primer parcial), no cesó el empuje de los extremeños. Ya con el set en el bolsillo, el dueto hispanoargentino encontró mejor ritmo y sensaciones en el segundo (6-4 y 6-3).
Después veríamos la remontada de Edu Alonso y Juanlu Esbrí ante Miguel Lamperti y Juan Martín Díaz, pues los veteranos empezaron activos y muy metidos, buscando llevar el partido a su terreno, pero los actuales campeones de España no se lo permitieron en los 12 primeros juegos, lo que les llevó irremediablemente al tie break en donde la experiencia se notó y le supieron sacar mejor partido Díaz y Lamperti (6-7).
Sin embargo, la reanudación solo tuvo un color, con el que pintaron Esbrí y Alonso, totalmente desencadenados, efervescentes y activos; todas sus acciones eran prácticamente perfectas y cada bola que tocaban se convertía en tanto a favor, devolviendo ese 6-7 y convirtiéndolo en un 6-2 y 6-2 que les permitió avanzar a octavos.
Algo más de trabajo tuvo, por contra, la también remontada de Álex Ruiz y Juan Tello ante Salva Oria e Ignacio Vilariño; parece que la vuelta de vacaciones les sigue costando a Ruiz y Tello, pues no terminaban de meterle al partido su tiempo ni revoluciones y eso hizo que Vilariño y Oria tuviesen aire y margen de maniobra para atacar. Partido muy duro basado en un intercambio constante de golpes, todos con potencia y sin guardarse nada, de muy pocas diferencias y que dejó a los protagonistas exhaustos.
Tras un desempate en el primer acto en favor de Ignacio y Salva, los favoritos se vieron obligados a recuperar el terreno perdido y lo hicieron, pero con numerosos obstáculos y sin ser una travesía fácil. Un campo de minas en el que todo era cuesta arriba, en el que cada paso era un dolor, pues ninguno de los cuatro cedía lo más mínimo. Un único break iba a ser la clave para que Tello y Ruiz lograsen empatar con un 4-6 en el segundo y lo mandasen todo a un tercero en el que se mantuvieron parejos hasta el 5-5, momento en el que Tello y Ruiz sacaron un punto extra de fuerza para romper y terminar de firmar un encuentro soberbio pero lleno de angustia (7-6, 4-6 y 5-7).
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