Hay ocasiones en las que una nueva unión hace ‘click’ muy pronto, casi a la primera, y encuentra buenas sensaciones, buen juego y resultados positivos, si bien lo más difícil es que eso perdure en el tiempo.
Por el momento, parece que el primer paso ya lo han dado Aranza Osoro y Jessica Castelló, y encima en un torneo en Roland Garros pues, por méritos propios y con un trabajo en pista descomunal, han conseguido superar a Bea Gonzáez y Delfi Brea.
Una pena que encuentros así, de tal calidad e independientemente del resultado, apenas estén siendo seguidos por el público (salvo que sea del cuadro masculino y en la pista central) donde sí está respondiendo algo mejor, mientras que en el resto de escenarios no se nota apenas su presencia, ni siquiera en unos cuartos de final, y las gradas están más vacías que llenas, con muchos huecos, y eso los jugadores/as lo notan.
Pero volviendo al tema deportivo, hay que destacar que Osoro y Castelló llegaron al partido con una enorme voracidad, lo que les permitió darle la vuelta a una primera manga en la que estuvieron con todo en contra y que tuvieron prácticamente perdida, pues Bea y Delfi se arrancaron con un 3-0 arriba que se convertiría en un 4-1. Ese marcador hubiese sido quizás decisivo en otro momento (máxime teniendo en cuenta que tuvieron hasta dos puntos de set), pero no con Aranza y con Jessica, quienes se levantaron, redujeron al mínimo la ventaja (5-4), evitaron el tie break y terminaron por tocar cumbre en el duodécimo juego con una pasada clamorosa, como dos fórmulas 1 (5-7).
El segundo ya sería de dominio total, con la andaluza y la argentina bajando los brazos y sin encontrar respuesta ante la regularidad y fortaleza de Osoro desde el drive y la rapidez de Castelló en el revés, percutiendo ambas constantemente y consiguiendo un parcial tremendo (5-7 y 2-6). Gran paso adelante para ellas.
Antes de este encuentro, Gemma Triay y Martita Ortega entraban a pista y necesitaban multiplicarse no una vez, sino dos y hasta tres veces para superar la correosa defensa y el desgaste al que les sometieron Patty Llaguno y Lucía Sainz. Las dos veteranas demostraron toda su clase, su garra y su coraje, manteniéndose firmes y siempre con opciones en las 3:20 horas que duraría el partido y que se fue lejos en la noche parisina.
Llaguno y Sainz empezaron con mejor tino y con una ventaja en el marcador que les hizo moverse con comodidad una vez que la consiguieron, sin tener sobresaltos en el marcador en el primer envite (6-3); el arranque del segundo ya fue otra cosa, porque Triay y Ortega se pusieron tanto el mono de trabajo como el del espectáculo, y arrancaron incluso aplausos en la Philippe-Chatrier por su entrega.
Sin embargo, aunque fueron capaces de ponerse por delante, tras pasar el ecuador el marcador seguía sin distanciarse gracias a la recuperación de Patty y Lucía (4-4), aunque ahí se paró su producción. Dos juegos seguidos más de la pareja nº2 servirían para cerrar con un 4-6 el empate y citarse en el tercer set.
El tercer episodio continuaría con la misma inercia y acabaría con los mismos registros en el luminoso, un solo break de diferencia y una recuperación tremenda, derrochando esfuerzo y fondo físico, de las chicas de Rodri Ovide, quienes se encontraron con una victoria durísima (6-3, 4-6 y 4-6).
Las números 1 sí que tuvieron un desenlace rápido y plácido de su partido. Se medían Paula Josemaría y Ari Sánchez a Tamara Icardo y Virginia Riera y apenas les dieron opción siquiera de entrar en calor. La extremeña y la catalana hicieron que el paso de sus rivales por la pista 3 durase únicamente una hora, lo justo y necesario.
Para ellas fue casi como un entrenamiento, pues tras conseguir margen en el inicio, después se dedicaron a manejar el marcador con mucha calma y sin sufrir desconexiones ni desgastes innecesarios, obteniendo un amplio 6-2 y 6-0.
En el otro encuentro del día se vivió el mismo guion que en el de Aranza y Jessica, con un set dominado a placer y otro en el que hubo que trabajar algo más para sacarlo adelante. Sofia Araújo y Alejandra Salazar volvieron a demostrar una gran conexión ante la local Alix Collombon y Lorena Rufo y sumaron una nueva victoria para seguir su gran eclosión.
Fueron casi dos horas de encuentro en el que los parciales de la primera manga se mantuvieron ciertamente igualados hasta que un derroche de esfuerzo y acierto por parte de la española y la portuguesa les permitió escaparse, no mucho pero lo suficiente como para cerrar el set y asestar un golpe que moralmente dolió bastante y que les otorgaría, en el segundo, la capacidad de coger más distancia si cabe y evitar partidos duros como los que venían sufriendo. Así, sabiendo cerrar las puertas mejor que en días anteriores, el segundo fue casi coser y cantar para alcanzar las semis con un 5-7 y 3-6.
Las semifinales del Paris Major nos dejan, por tanto, a Paula Josemaría y Ari Sánchez midiéndose contra Sofia Araújo y Alejandra Salazar, y a Aranza Osoro y Jessica Castelló enfrentándose a Gemma Triay y Martita Ortega.
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