Como si de un déjà vu se tratara, en el cuadro femenino volvemos a contar una victoria de Alejandra Salazar y Sofia Araújo, un nuevo día en el que han sido muy superiores en una de las fases del partido a sus rivales. Hacía tiempo que no hablábamos de la madrileña en las crónicas pero ha irrumpido con fuerza (ya avisó que vendría con la misma ilusión o más de siempre) y quiere quitarse varias espinas clavas de una tacada.
Sorprende, además, el nivel que están mostrando, pues tanto en octavos, como en cuartos y ahora en semis han sido capaces de anotar un parcial perfecto (6-0) a sus rivales, y eso que llevan muy poco tiempo juntas, no llegan ni al mes como equipo, lo que sin duda refuerza todavía más el proyecto. Y por si fuera poco, por el momento no tienen la presión del ranking o la necesidad de conseguir puntos para el Master Final por lo que juegan sin ataduras, de manera alegre y esa quizá sea una de las claves.
Ahora, ante Claudia Jensen y Vero Virseda fueron subiendo una marcha tras otra en su rendimiento (tras empezaro 2-0 abajo y darle la vuelta al marcador con un 2-3) y si bien en el envite inicial no encontraron la manera de obtener distancia en el luminoso hasta la parte final (llegaron al noveno con 4-4), con roturas en ambos lados de la red, en el undécimo capítulo, la madrileña y la portuguesa apretaron un poco más, tensaron la cuerda y les salió cara, quebrando por tercera vez el servicio de Jensen y Virseda para dar el golpe decisivo, obteniendo un 5-7.
Golpe en el marcador y también moral porque a la vuelta a la pista, únicamente Salazar y Araújo comparecieron, Vero y Claudia parecieron quedarse en el banquillo ya que del acierto anterior pasaron a una negación constante de juegos. No fueron capaces de enlazar su pádel al mismo ritmo ni con la misma efectividad y los juegos caían uno tras otro en contra suya, elevando a la pareja oponente en el partido. Un 5-7 que se transformó en un 0-6 y en un pase a la final muy merecido (rompiendo todas las estadísticas posibles).
En el otro partido hubo bastante más paridad, pues se veían dos parejas que ya han tocado metal y que están en un momento extraordinario. Podía pasar cualquier cosa y quedó demostrado en la entrega que las cuatro ponían sobre la pista, con el aliciente de que, si ganaban Gemma Triay y Martita Ortega a Bea González y Delfi Brea, la final hubiese podido tener un picante extra al enfrentarse a sus excompañeras.
Hasta el 4-4 las hostilidades se mantuvieron al mismo nivel y tanto el binomio González-Brea como el de Triay-Ortega percutían y respondían con igual ahínco a lo que venía desde el otro lado, manteniendo un nivel de espectáculo altísimo que el público no se cansaba de aplaudir pero…llegó el momento cumbre del set y el empaque que han obtenido la española y la argentina, sus recursos en pista y la tranquilidad con la que afrontan los momentos más complicados, vale oro y ellas sacaron uno de muchos quilates con un break que significaría el 6-4 que ponía el punto final al primer parcial.
En el segundo, la puesta en escena de la balear y la madrileña fue mejor en los primeros compases y llegado justo al ecuador, pues tenían un break de ventaja (4-2) que, sin embargo, no les valió de mucho, pues las rivales consiguieron empatar (4-4) tras apostar con algo de riesgo pero salirles cara.
Punto de oro en el noveno juego con Triay al servicio, trabajo inmenso desde el fondo y subida a la red para presionar y obligar a las rivales a jugar incómodas. Con esa receta Bea y Delfi se fabricaron el break (5-4) en el que también ayudó una bandeja de Martita ortega al cristal de fondo, siendo ya el golpe definitivo, pues en el siguiente saque, las chicas de Jorge Martínez no desperdiciarían su oportunidad y cerraron el encuentro con otro 6-4.
Eso nos permitirá ver una final entre las cabezas de serie nº2, Delfi Brea y Bea González y la renacida Alejandra Salazar junto a Sofia Araújo. Confirmación total o regreso épico.
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