Era un día muy esperado y todos los focos estaban puestos sobre ella. Más allá del partido y quizá también del resultado, lo que importaba era volver a verla jugar, que esa sonrisa pícara y de gran ilusión volviese a aparecer en su rostro, porque el ADN de la competición es lo que le da vida.
Alejandra Salazar volvía a vestirse de corto y a empuñar su amada pala para entrar nuevamente en el 20×10, esta vez negro y en Finlandia, pero para hacerlo con la misma fuerza e ilusión de siempre. Como una niña con zapatos nuevos, la madrileña se situaba a la derecha de Sofia Araújo.
Junto a la portuguesa desprendía un juego prácticamente perfecto, una puesta en escena a revoluciones altísimas a las que Mari Carmen Villalba y Marta Barrera no conseguían llegar. Actitud, trabajo en equipo, compromiso y momentos de total entendimiento les reportaban un 6-2 y 6-0 que no les desgastaba en exceso y que les permitía mostrarse al público dando síntomas de que pueden hacer cosas muy destacadas.
Respecto al resto de resultados, recordar que Vero Virseda y Claudia Jensen pasaban exentas ante la lesión (y por ende incomparecencia) de Ari Sánchez y Paula Josemaría, al tiempo que Virginia Riera y Tamara Icardo se imponían a Marta Talaván y Nuria Rodríguez con un amplio 6-2 y 6-4. Por su parte, Jessica Castelló y Aranza Osoro conseguían un nuevo pasito en su afianzamiento como pareja y sorteaban la resistencia de Ana Catarina Nogueira y Bea Caldera con un 6-3 y 7-5.
Bea González y Delfi Brea superaron su primer compromiso con un 6-3 y 6-1 ante Esther Carnicero y Melania Merino, mientras que Gemma Triay y Martita Ortega obtenían, ante Léa Godallier y Eli Amatriaín, un superlativo 6-2 y 6-0.
Sí que tuvieron que implicarse y desgastarse algo más las hermanas Mapi y Majo Sánchez Alayeto, pues Claudia Fernández y Victoria Iglesias empezaron con un excelente rendimiento que les permitió sorprender de inicio (2-6). Sin embargo, la continuación del partido fue un monólogo de las hermanas de Zaragoza, quienes cambiaron por completo su imagen con una mejora de sus estadísticas y mucho mayor acierto. Del citado 2-6 se pasó a un 6-3 y 6-2 que fue un mazazo para Claudia y Victoria. Reacción con ADN Alayeto.
A última hora de la mañana y con similar camino llegaría el sorpresón de la jornada, pues Lucía Martínez y Carmen Goenaga dieron un recital de recuperación y de mejoría y lograron tras hincar la rodilla en la primera manga ante unas bravas Lucía Sainz y Patty Llaguno, revertir por completo el devenir del partido, mejorar sensiblemente y crecer. Crecieron de tal manera que los dos siguientes parciales que el partido celebraba casi únicamente puntos suyos y del 4-6 inicial se pasó a un 6-2 y 6-0 espectacular.
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