Tendremos en Málaga una final inédita e insólita, reforzando el poder que ejerce el público en un jugador, elevándolo contra pronóstico y consiguiendo que saque su mejor versión. Málaga tendrá, al menos, un representante local en la gran final, teniendo la posibilidad de pelear por un título (y por qué no levantarlo).
Se iniciaban las hostilidades con Álex Ruiz, gran héroe local y su compañero Juan Tello, en un partido en el que los claros favoritos eran Ale Galán y Juan Lebrón por más que estos no están todavía en su mejor momento, pero el ranking suele ser juez en estos casos.
Sin embargo, en la puesta en escena, serían el argentino y el español quienes, para delirio de la hinchada, se harían con el triunfo, arrancando con muy buenas sensaciones, voleando profundo y con peso, viviendo en la red y obligando a Galán y Lebrón a defender más que a atacar. Así se pusieron 2-0 que, poco después se convertiría en un 2-2 para volver a vivir otro arreón del malagueño y el argentino (4-2).
Poco después, ampliarían ligeramente de nuevo la distancia (5-2) y ya prácticamente sentenciaron el set a pesar de los empujones intermitentes de los dos españoles, que se negaban a marcharse sin pelear, pero sin fortuna (6-2).
Más equilibrado empezó el segundo round, con Ruiz siendo el único que parecía capaz de traerse la bola en los remates pero con Ale y Juan más firmes con su servicio, si bien a Lebrón se le seguía viendo sin su potencia habitual en el juego aéreo, todavía mermado por sus dolores en el brazo, lo que terminó por impedir que los nº2 del torneo pudiesen apretar en la fase final a pesar de ir en el noveno juego con 4-4 y 0-30 al resto, recibiendo un break en el décimo y definitivo (6-2 y 6-4).
Justo después entrarían los que han revolucionado este año el ranking masculino, los que han dado una vuelta de tuerca más a la táctica y a la estrategia, Arturo Coello y Agustín Tapia, viéndose con ‘Coki’ Nieto y Jon Sanz, cuatro actores de velocidad pura en la pista.
En el duelo de velocistas, ‘Coki’ y Jon salieron mejor por su calle, con una aceleración pura que les permitió mantener el tipo ante un Tapia y un Coello que se crecían con el paso de los minutos y respondían cada uno de sus zarpazos. Ida y vuelta de pelota para llegar al décimo juego con bola de oro al saque del binomio hispanoargentino (5-4), salvada por Sanz y Nieto para alargar todavía más la carrera e, incluso, ponerse por delante justo después (5-6). Otra bola de oro, esta vez con el madrileño y el navarro al servicio, servía para darles el primer paso, obtener el primer set gracias a un 5-7 merced a un globo de Tapia que se marchó a la pared de fondo.
Sin embargo, a partir de ese momento crecerían más todavía Arturo y Agus, un resurgimiento imperial, de colosos, de dos jugadores que, cuando hay control en pista son insuperables y cuando hay locura, también. Del 0-0 pasaron a un 5-0 que solo pudieron maquillar los españoles, una bocanada de aire mínima para no recibir un set perfecto (6-1) que dio lugar a otro que, esta vez sí, lo fue.
Por si quedaban dudas de la superioridad de los dominadores del ranking, esta vez fueron más contundentes todavía y lograron poner el 6-0 en el marcador para concluir con un 5-7, 6-1 y 6-0 demostrando que, aunque den algo de margen, cuando aprietan, son dos metrónomos infalibles.
Final con cuatro grandes rematadores en todo lo alto. Arturo Coello y Agustín Tapia buscando alargar su dulce momento contra Juan Tello y Álex Ruiz, kriptonita local queriendo dar la gran sorpresa del torneo.
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