Una noticia triste pero que, por otro lado, entraña algo positivo, la continuidad de crecimiento, el cierre de una etapa pero la apertura de otra nueva e ilusionante.
Aranza Osoro y Pablo Aymá, tal y como han comunicado por las redes sociales, han decidido poner el punto final al proyecto que les unía desde 2018, cuando la argentina llego a nuestro país con la vitola de jugadora diferente, de garra, talento y entrega, consiguiendo desde entonces crecer y colocarse entre las mejores, donde lleva instalada ya varios años. Poco queda ya de aquella jugadora tímida que en la pista se tranformaba, pues su crecimiento ha sido exponencial en todos los aspectos.
El preparador argentino y la que hasta ahora era su pupila se han despedido en sus respectivos perfiles de manera muy cariñosa, especialmente Aymá, quien no ha dudado en desearle lo mejor en una despedida que es más un hasta luego que un adiós.
En Valencia jugaron su último torneo como equipo, un equipo que ha forjado un gran vínculo y que ha vivido innumerables situaciones, algunas mejores y positivas y otras no tan buenas, pero que siempre ha confiado el uno en la otra y viceversa.
Así pues, el binomio Osoro-Aymá emprende rumbos diferentes pero quién sabe lo que el futuro puede depararles.
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