Qué exhibición de pádel en La Fonteta, especialmente en uno de los dos partidos, que tocó a campanazo por el resultado dado. Una jornada de semifinales espléndida que dejó, de cara a la última jornada de este domingo, el listón muy alto y un regusto magnífico entre los aficionados.
Hacían acto de presencia Álex Ruiz y Juan Tello, físico al cuadrado, para desafiar a Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk, hechuras de grandísima pareja que cada vez saborea con más gusto las mieles de los títulos.
Los ‘Súper Pibes’ metieron el acelerador tras un primer set de testeo, de toma de temperatura, pero fue aclimatarse y lanzarse como locos a por el partido.
Empezaron sumamente igualados, un encuentro de altura con mucho físico y que necesitaba de calma para cerrar los puntos, pues los cuatro iban con todo siempre al choque, sin rehuir ni una pelota. Además, a ello se le sumaba que con ninguna pareja estaba cómoda al resto y al paso por el décimo juego ni siquiera habíamos tenido un break (5-5). Sin embargo, ahí aparecería la mayor claridad de ideas de Di Nenno, que agitó el árbol y obtuvo premio, pues tras conseguir su servicio, consiguió romper la igualada y sellar el primer set, ahora sí al resto (5-7).
Esa pelea sin embargo desapareció en la continuación, bien por cansancio o falta de ideas de la dupla Ruiz-Tello o bien porque Franco y Martín se convirtieron en dos gigantes imparables, que no negociaron ni permitieron nada: solo cabía una ley en la pista, la suya.
Así, todos los parciales a partir de ese momento fueron suyos, uno tras otro, juego de pico y pala para acabar rápidamente el segundo acto y poner en el marcador un 5-7 y 0-6, quizá demasiado castigo para unos rivales voluntariosos y que venían realizando un gran torneo.
Después, la fiesta total, la eclosión de pádel, el mejor partido del torneo hasta el momento.
Frente a frente, los imponentes Arturo Coello y Agustín Tapia contra una pareja temporal que vive en este torneo su último baile junta y que se formó para, como mínimo, llegar a estas instancias, Ale Galán y Jon Sanz. Altura, remate, poderío físico, rapidez… ¿se necesitan más argumentos?
Un partidazo sobre el papel que luego sería aun mejor sobre el 20×10, pues nadie auguraba lo que se iba a producir.
Al igual que en la anterior eliminatoria, los sacadores ostentarían el poder en los compases iniciales hasta que los nº1 decidieron probar suerte y subir un ápice la intensidad, lo justo para probar el estado de unos rivales que se encontraban cómodos con la velocidad de bola (muy alta aun así) a la que se estaba jugando, con un Jon Sanz rapidísimo de pies y un Galán que cortaba en la red cualquier ofensiva posible.
Así, ese paso adelante permitió a Coello y Tapia romper por fin la paridad y conseguir un break que se traduciría en el 6-3 que cerraba el primer set, una diferencia demasiado grande para lo que se había visto en la pista.
Lejos de claudicar y entregar el partido, Sanz y Galán respondieron con contundencia y soberbia, lanzando un mensaje claro: »Lo vamos a pelear todo». Eso lo acompañaron de dos roturas iniciales (0-2) que se convertirían en un claro 1-5 para ellos, pero entonces la reacción de calidad y temple de Arturo y Agus empató el partido, todavía no se sabe cómo pues estaban contra las cuerdas (5-5), teniendo que llevar justo después el choque al tie break, donde otra vez los dos españoles adquirieron ventaja (1-6) y lograron, esta vez sí, hacerse con el set (6-7).
En el tercero y definitivo serían los favoritos los que entraban con mejor pie (2-0) pero sin terminar de certificar su superioridad momentánea, porque les empataron (2-2) y de nuevo el partido se movió en una línea muy fina en la que cada fallo se pagaba caro pero en la que cada tiro iba con el triple de pólvora de lo normal, siempre buscando el choque.
No sería hasta el séptimo juego cuando el madrileño y el navarro obtuvieron el favor de las musas y se aprovecharon de un par de errores sueltos de Tapia y Coello para romperles el servicio y ponerse con una ventaja que ya no perdieron. Al cambio siguiente, conservarían su saque y darían la puntilla, el petardazo final ahora que estamos en San Fermín en la tierra de Jon y también en la tierra de la pólvora, Valencia. Juego, set y partido contra todo pronóstico (6-3, 6-7 y 4-6) para Galán y Sanz, desatados y muy felices en su celebración al conseguir su primera final como pareja.
Así pues, Ale Galán y Jon Sanz se las verán con Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno en una final inédita hasta la fecha.
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