En juego había cuatro billetes muy preciados, los que suponían meterse en el cuadro final de todo un torneo Master y eso siempre vale doble, por puntos y por ‘prize money’; los que tenían todavía oportunidad de entrar lo demostraron y aunque se esperaba una sesión bastante más igualada, lo cierto es que en algún que otro caso los marcadores no dictaron justicia de lo visto en la pista.
Aun así, Valladolid ya tiene su ansiado cuadro final completo y a partir de este martes, empieza la acción, el todo o nada.
Vencerían en primer lugar, en el primero de los partidos, dos de los grandes candidatos, Jaime Fermosell y Raúl Marcos, imponiéndose a Borja Yribarren y Cristóbal García, con un 6-4 y 6-1, llevando cada vez más dominio en el partido hasta que terminaron jugando casi a placer.
A ellos les siguieron poco después Francisco Guerrero y Arnau Ayats, cabezas de serie nº2, sin apenas dar opciones a Enrique Goenaga y Luis Hernández, con un doble 6-3 a su favor.
En la segunda sesión de partidos, vencerían con unos cuantos problemas extra Martín Sánchez Piñeiro y José Jiménez a Jaime Menéndez e Íñigo Jofre, una pareja que supo reponerse de un parcial inicial muy malo, en el que apenas consiguieron conectar golpes ganadores (6-2) para pelear mucho más en el segundo y llevarse la manga con solo un break de ventaja (4-6).
En el tercero, sería nuevamente Piñeiro y Jiménez los que tomasen el mando y los que llevaron más peso en el partido, hasta que en el tramo final abrieron la lata desde el resto y se hicieron con un break que resultó definitivo y muy positivo para sus intereses (6-2, 4-6 y 6-4).
Por su parte, Jairo José Bautista y el mítico Juan Martín Díaz lograron clasificarse para el cuadro final tras dejar fuera a Facundo Domínguez y Denis Perino con un partido en el que, en la primera manga fueron muy solventes y apenas encontraron resistencia pero que, en la segunda, vivió un crecimiento de los oponentes, que no querían despedirse sin pelear, y así estuvieron a punto de forzar el tie break (6-2 y 7-5), pero su resistencia no terminó por darles frutos.
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