El pádel se ha convertido en uno de los deportes con mayor proyección de los últimos años. No en vano, nos encontramos ante un juego bastante divertido, fácil de aprender y no demasiado exigente, físicamente hablando. Vamos, lo que viene siendo la alternativa perfecta para desconectar mientras hacemos deporte. No obstante, a pesar de dicha proyección sigue siendo una práctica desconocida para una parte de la ciudadanía. ¿Quieres conocer sus orígenes junto a alguna que otra curiosidad que a buen seguro te sorprende? Acompáñanos en este apasionante viaje.
Pádel: mucho más que un deporte
El pádel es un deporte en proceso de »democratización» y de desprendimiento de cualquier tipo de etiqueta elitista. No en vano, según un estudio elaborado por Media Sports Marketing, más de 2 millones de personas lo practican. Contando con un mercado que aspira a superar los 8 millones en tan solo 5 años. Por todo ello, hemos decidido recoger algunas curiosidades sobre dicho disciplina para disfrute, y sorpresa, de todos los lectores:
Nacimiento por sorpresa
Es cierto que algunos expertos datan los orígenes del Pádel en los mercantes británicos del siglo XIX y en las prácticas habituales de su tripulación mientras estaban en alta mar. No obstante, su acepción moderna se atribuyen a México y los años 70. Más concretamente a Enrique Corcuera. No en vano, el contratista mexicano modificó la pista de frontón de su casa incorporando una red central, muros en los laterales y una pared trasera para que la pelota no se perdiera y las malas hierbas no entraran al campo. Posteriormente, fue un español, más concretamente el aristocrático Alfonso de Hohenlohe, el que lo trajo a nuestro país, logrando convertirse en la actualidad en un habitual del ámbito deportivo y de las apuestas pádel online.
Palas ‘Made in Spain’
Sin lugar a duda la pala es un elemento crucial dentro de un deporte como el pádel. Palas que inicialmente se fabricaban en madera y su superficie de juego era bastante más pequeña que la actual. No obstante, lo que muchos no sabréis es que tanto esos primeros prototipos como los actuales, que distinguen entre verano e invierno y cuentan con elementos tecnológicos, son fabricados en gran parte en España por parte de marcas como Enebe, Bullpadel, Nox o Akkeron.
El primer mundial se jugó en España
Corría el año 1992. Sí, el de la Expo, Curro, los Juegos Olímpicos y la capitalidad cultural de Europa. Un año histórico para el deporte y la cultura patria que sirvió como excusa para celebrar también el primer Campeonato Mundial de pádel. Un evento, bianual, que tuvo lugar a medio camino entre Sevilla y Madrid. Curiosamente, a pesar de la preponderancia Ibérica, el país que más veces lo ha ganado no es otro que Argentina. Seguida, precisamente, de territorios como España y Brasil.
No es una disciplina olímpica
Es cierto que el pádel es un deporte bastante reciente. No obstante, y a la historia nos remitimos, contamos con modalidades de surgimiento paralelo y repercusión similar que ya forman parte de los Juegos Olímpicos como disciplinas deportivas. Por desgracia, y a pesar de lo que muchos piensan erróneamente, el pádel sigue sin entrar en dicho »selecto» club. ¿Los motivos? El Comité Olímpico entiende que no ha demostrado estar presente en los suficientes países ¡Para que luego digan que es un deporte de élites!
A estas alturas deben haber quedado claros los motivos que hacen del pádel un deporte tan atractivo para millones de jugadores. Por si fuera poco, su dinamismo y una curva de dificultad bastante asequible hacen que se haya convertido en uno de los deportes de raqueta más importantes de España y una de las modalidades deportivas con mayor proyección de todo nuestro territorio.
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