El torneo de Francia, en lo que al cuadro masculino se refiere, ultimaba su clasificación para el cuadro final. Había en juego las cuatro plazas habituales que tenían que ser repartidas entre los más acertados, lo que significó que las ocho duplas participantes se emplearan a fondo.
Sin rehusar el choque, Javier Martínez y Jorge Ruiz, cabezas de serie número 2, quisieron mandar desde el inicio ante Jaime Fermosell y Pablo García, pero los jóvenes se rebelaron ante el orden impuesto y plantaron cara. Es verdad que les costó todo un set entrar en una cadencia de juego aceptable, pero una vez que lo hicieron (aunque ya era demasiado tarde), pudieron sacar a relucir su gran potencial (6-1 y 6-4). Sin embargo, no les bastó para dar la sorpresa y se quedaron a las puertas del premio gordo.
Mario Huete y Adrián Marqués se medían a Denis Perino y Facundo Domínguez y el duelo se convirtió en un ir y venir intenso de pelota. No cejaron ni unos ni otros en su empeño de ponerse por delante en el partido y únicamente dos breaks dictarían sentencia en cada uno de los parciales. Un 6-4 y 6-4 que permitía a Huete y Marqués meterse en el cuadro final de cara a este martes.
Igual de apretado o más si cabe resultaría el enfrentamiento entre Javier Valdés y José David Sánchez ante Enrique Goenaga y Luis Hernández; aquí sí habría una pequeña sorpresa, pues aunque en la clasificación estaban bastante parejos, por nombre los primeros acumulaban más opciones sobre el papel, pero Goenaga y Hernández rompieron las estadísticas y tirando de ilusión y confianza en su juego plantearon un encuentro parejo hasta que un arreón en el primer set les permitió salir por delante y luego, en el segundo forzar el tie break en el que la suerte les tocó más que a Valdés y Sánchez y consiguieron así meterse el acceso a 1/16 de final en el bolsillo con un 4-6 y 6-7.
Para concluir la sesión, la remontada habitual de cada torneo, una de las muchas que se producen especialmente en esta fase de competición. Los protagonistas de la misma serían Mario Ortega y Carlos Martí, sorprendiendo a Pablo Castillo y Alonso Rodríguez que estuvieron mejor plantados en los primeros minutos y que consiguieron un postrero break para adelantarse en la eliminatoria (6-4), pero que después cayeron en sus prestaciones y dieron vida a Ortega y Martí.
Estos, cada vez más confiados y viendo que su juego obtenía resultados, acabarían incluso disfrutando en la pista y sonriendo con sus acciones, pasando del citado 6-4 a un 3-6 y 3-6.
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