Los octavos de final de este animado cuadro femenino de Bruselas nos han dejado un día de lo más intenso, con la inmensa mayoría de los partidos acabando con las cuatro jugadoras con la lengua fuera, cansadas y con muchos kilómetros en las piernas.
La llegada de las cabezas de cartel, de las principales candidatas al título, no fue sinónimo de dominio total por su parte y salvo en un par de casos contados en los que sí que hubo monólogo sobre la pista, en el resto hubo que acabar casi pidiendo la hora.
Las pocas que se salvaron de la »pelea en el barro» fueron cuatro ex (además con parciales idénticos), por un lado, Marta Ortega y Sofia Araújo, venciendo por 0-6 y 3-6 a Eli Amatriain y Sofía Saiz, y por el otro, Bea González y Delfi Brea, imponiéndose con un 6-3 y 6-0 a Alix Collombon y Alejandra Alonso. Y ahí se acabó la tranquilidad.
Porque si las cabezas de serie número 2, Alejandra Salazar y Gemma Triay precisaron de no desconectar ni un solo minuto del partido ante Carolina Navarro y Marina Guinart (pareja que va a encontrarse con unas cuantas oportunidades de victoria si prosiguen con su buen rendimiento) (6-3 y 6-4), más complicado lo tuvieron las líderes, Paula Josemaría y Ari Sánchez, pues estas tuvieron que irse a los tres sets ante Carla Mesa y Esther Carnicero, pareja de gladiadoras donde las haya y que, con viento a favor, son muy peligrosas.
Carla y Esther supieron manejar la tensión de jugar ante las principales candidatas y además les dieron de su propia medicina con una gran puesta en escena que, no obstante, con el paso de los minutos se fue diluyendo, mientras que la efervescencia de Sánchez y Josemaría iba a más por momentos (3-6, 6-3 y 6-1) hasta consolidar su remontada.
También complicaciones vivieron Jessica Castelló y Claudia Jensen ante otra de las novedades de la competición, Lucía Martínez y Marta Barrera, una pareja que parece se va a caracterizar por pelear mucho y obligar siempre a devolver una pelota más; ya lo demostraron en 1/16 ante Marta Talaván y Lorena Rufo y en octavos volvieron a apretar los dientes para agarrarse y forzar hasta el extremo.
El partido se resolvió con un 3-6, 6-3 y 3-6 para Castelló y Jensen salvando una situación comprometida pero conviene apuntar a Lucía y marta en la terna de aspirantes a dar unas cuantas sorpresas.
Otro duelo muy peleado correspondió a Virginia Riera y Tamara Icardo, salvando estas los muebles como pudieron ante Vero Virseda y Bea Caldera. Un doble 7-5 les permitía seguir en el torneo pero significó que las cuatro quedaran exhaustas tras haber realizado un trabajo encomiable en la pista. El público presente se lo reconoció en forma de aplausos mientras las ganadoras solo pensaban en recuperarse para una nueva batalla este viernes.
El zarpazo del día se lo apuntaron Marta Caparrós y Carmen Goenaga ante Patty Llaguno y Victoria Iglesias, un choque titánico de mucho kilometraje y que no permitió un solo segundo de relax. Fue un partidazo, sumamente igualado y que tuvo oportunidades de victoria para las dos parejas, rompiéndose los saques, devolviendo los golpes, corriendo y entregándose al espectáculo.
Se adelantaron Patty y Victoria sobre la bocina en el primero pero las hostilidades no cesaron un ápice en la reanudación, teniendo que marcharse al tie break para saber si habría más partido o todo terminaría. Y hubo más, porque Marta y Carmen, lejos de desinflarse, lo entregaron todo y eso les permitió seguir vivas y tocar a la puerta de una tercera manga en la que mantuvieron la inercia y no les importó lo más mínimo que delante tuvieran a una pareja con tantos recursos.
Otro break, esta vez para ellas, les envalentonó e hizo que se impusieran en medio del reconocimiento de Llaguno e Iglesias, que se marcharon con derrota y vaciadas (4-6, 7-6 y 6-4).
El último partido de la sesión tuvo como vencedoras a Lucía Sainz y Aranza Osoro, quienes se impusieron a Claudia Fernández y Julieta Bidahorria por 6-4 y 6-3.
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