Ha sido un día, sin lugar a dudas, de mucha batalla. Una jornada muy pareja en muchos partidos que ha demostrado que en este inicio de campaña todas están pletóricas de fuerzas y tienen el tanque de gasolina bien lleno.
Juegan rápido y fuerte y no ceden en el esfuerzo y eso hace que las fuerzas se igualen y que podamos ver algún marcador sorprendente, tal y como ha ocurrido en estos octavos de final en donde ha habido campanada.
Buenas sensaciones de Alejandra Salazar y Gemma Triay en su primera internada en la pista chilena. La pareja, que en este torneo actúa como números 1, se las veía con Marta Barrera y Marta Caparrós, quienes jugaron de más a menos y fueron cediendo todo protagonismo con el paso de los minutos a Gemma y Ale, quienes conseguirían un cómodo 6-4 y 6-1.
Les costó, pero están en cuartos. Bárbara Las Heras y Vero Virseda siguen en competición y dando pequeños pasitos para acercarse a las de arriba del todo, esta vez imponiéndose a una pareja que parece que este año, si no se tuercen las cosas, pueden dar s una buena cantidad de alegrías, Claudia Fernández y Julieta Bidahorria. La jovencísima española y la argentina apretaron de lo lindo y lo pelearon todo, cediendo en un pequeño suspiro que quedó decidido por el ranking y la experiencia (4-6 y 6-7).
Por contra, Delfi Brea y Sofia Araújo arrollaron a Lara Arruabarrena y Ana Fernández de Ossó (6-1 y 6-1) sin darles nunca turno de réplica, al tiempo que Lucía Sainz y Aranza Osoro también consiguieron un registro abultado ante Marina Guinart y Nuria Rodríguez (6-2 y 6-3), un resultado muy parecido al que se anotaron Ari Sánchez y Paula Josemaría ante Carmen Goenaga y Bea Caldera (6-3 y 6-1).
Doble pelea en la pista y una de ellas con sorpresa mayúscula. En la primera, Alix Collombon y Carla Mesa daban el campanazo al dejar fuera a Martita Ortega y Bea González, otra eliminación excesivamente pronto de las nº3 como ya les ocurrió en Abu Dhabi, donde también cayeron en octavos. En esta ocasión, el buen hacer de Collombon y Mesa, a pesar de ceder el primer parcial (4-6) le dio una vuelta de 180º al partido pues a raíz de ese golpe recibido se revolvieron y manejaron el tiempo y las acciones, empezaron a acumular breaks a favor, a defender más y mejor su saque y a sacar del partido lentamente a las chicas de Maxi Grabiel hasta que les complicaron la existencia y les dejaron fuera (4-6, 6-2 y 6-3).
En el otro no hubo susto final pero casi, al menos a Patty Llaguno y a Victoria Iglesias se les erizó el pelo de la cabeza ante la batalla y el desgaste a que les obligaron Marta Talaván y Lorena Rufo. Un partido muy largo, muy igualado, de escasas diferencias y en el que golpearon primero Talaván y Rufo para luego ver cómo Patty y Victoria aceptaban la apuesta y redoblaban esfuerzos.
Con las cuatro agarradas a la pista y sin ceder un solo centímetro, se tocó con la punta de los dedos el tie break en el segundo (llegaron al décimo juego con 5-5) pero Llaguno e Iglesias decidieron dar un extra de intensidad y romper la igualdad reinante para hacerse con este segundo episodio.
En el definitivo, Talaván y Rufo empezarían por delante (0-2) pero responderían con autoridad Llaguno e Iglesias (3-3) y entonces llegaría su reacción total. Otro break más en su marcador y ya por delante sin conseguir despegarse pero sin sufrir una vuelta de tuerca en los registros, hasta el último punto que les favorecería (4-6, 7-5 y 6-4).
Por último, mencionar que Jessica Castelló y Claudia Jensen han seguido reafirmando su condición de pareja estable y guerrillera en la zona media y que quieren ser unas grandes rivales a batir en ese top 20 que ahora cierran pero que desean dejar atrás para subir hasta el top 15 como mínimo. Y en su pelea contra la clasificación se llevaron por delante a Mapi y Majo Sánchez Alayeto en dos sets muy diferentes, el primero con un monólogo y un 10 en la ejecución y el segundo con más problemas pero sabiendo »guardar la ropa» y apretar dientes cuando peor venían dadas para terminar elevándose en el desempate 6-1 y 7-6.
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