En un día que tuvo como eje central el homenaje que recibió Pablo Lima por ser su última participación en este torneo, el pádel a su vez homenajeó al espectáculo con un derroche de juego espectacular.
Sí o sí, pasara lo que pasara, las semifinales del Ooredoo Catar Major de Premier Padel anunciaban sobre el papel espectáculo por los ocho componentes que iban a tener. Cinco argentinos, tres españoles, pasado, presente y futuro de este deporte, todo mezclado para conseguir una macedonia de espectáculo.
Los dos partidos terminaron dando la razón a esta fórmula porque, además de los puntazos y de la enorme pelea que se pudo ver, sumaron tres sets cada uno lo que pone de manifiesto que los ocho protagonistas exprimieron su físico hasta las últimas consecuencias y que salieron de la pista totalmente exhaustos.
Primero hacían acto de aparición Arturo Coello y Agustín Tapia seguidos de Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, cuatro jugadores a los que había ganas, muchas, de ver frente a frente y que no defraudaron en absoluto. A su calidad le unieron un despliegue excelso, un correr constante, un cubrir espacios, subir y bajar una y otra vez, todo ello unido a unos cuantos breaks, porque aunque Stupa y Di Nenno empezaron con mejor imagen (2-3), a partir de ese momento la pelota y los puntos fueron del dueto hispanoargentino, que se vino arriba poco a poco, logrando cambiar un 3-5 por un 7-5 en una recuperación de sensaciones y juego excelente.
El comienzo del segundo tuvo un caminar muy parecido, ya que de nuevo el de Valladolid y el argentino, concretamente el primero, perdían su servicio y veían como el 0-0 inicial se convertía en un 0-2.
Sí consiguieron el 1-2 con el saque del jugador de Catamarca pero la dinámica se mantuvo ya que los ‘Super Pibes’ volvieron a obtener ese 3-5 que esta vez, sin embargo, no dejarían al azar ni a una posible recuperación. Los dos argentinos siguieron percutiendo una y otra vez, sin bajar los brazos, y lograron con un 3-6 llevar el espectáculo a la entrega final.
Y otra vez inicio calcado, pues los de Carlos Pozzoni lograrían un 0-2, sacando de quicio a la dupla nº2, que no terminaba de encontrar soluciones al entramado que iban tejiendo Stupa y Di Nenno; otra vez saque atragantado para ponerse 0-2 y Coello sin terminar de entrar al partido. No estaba siendo su tarde deseada.
Sin embargo, poco les duró la alegría porque casi sin hacer nada, el partido se reinició, volviendo a ver el 2-2 en el luminoso y empezando otra vez las hostilidades del tercero. Pero esa igualada se quedó ahí, porque los dos amigos, Franco y Martín, se elevaron en la tarde-noche catarí como no lo habían hecho hasta el momento. Frenaron en seco toda producción de un Coello muy desdibujado y de Tapia y con cuatro juegos seguidos le pusieron la guinda a su remontada (7-5, 3-6 y 2-6). Un final digno de aplauso.
Empezaron con break a favor en la otra semifinal Fernando Belasteguín y ‘Sanyo’ Gutiérrez, conscientes de que no querían un partido como el del día anterior; buscaban ahorrarse desgaste y minutos en pista, pero no sabían que iba a ser imposible ante Álex Ruiz y ‘Momo’ González.
A pesar de ese buen comienzo y de que aumentaron su ventaja con los siguientes servicios (1-4), y también a pesar de que los dos argentinos se colocaron con un 2-5 en el luminoso, fueron los malagueños capaces de empezar a meterse en el partido y con globos llovidos que complicaban apretar con la bandeja y con un movimiento constante de un lado a otro en su lado de pista, terminaron por atenuar la sangría de puntos y recuperar distancia (4-5). Todo terminaría siendo un espejismo porque Bela y ‘Sanyo’ se rearmaron y en el siguiente juego decidieron cerrar el set y apuntarse la primera manga a su favor (4-6).
Devolverían el golpe punto por punto los españoles, siendo ellos los que, en el segundo, mostrarían un comienzo fulgurante (4-0) que obligaría a los chicos de Miguel Sciorilli a pensar más en el tercer set (4-1) que en una posible remontada. Un 6-1 les dio la razón y ahorraron fuerzas para la batalla final teniendo en cuenta que a sus oponentes les salía todo, quisieran o no.
El tercer y definitivo set recuperó la esencia del primero, descerrajándose a base de golpes y sin negociar esfuerzos, con puntos kilométricos y de mucha variante táctica y ahí, los veteranos son unos expertos. Otro comienzo de 0-2 en contra para ellos pero ahora no se irían de cabeza ni de juego del partido. Recuperaron uno de los breaks y luego con su servicio igualaron (2-2), devolviendo al choque esa similitud a una partida de ajedrez entre blancas y negras, perdiendo fichas unas y otras pero siguiendo vivos los dos reyes.
Pero claro, en los finales apretados, Fernando Belasteguín es el rey indiscutible, su cabeza trabaja a varias marchas más que las de los rivales y sabe manejarse como pocos en ellos, metiendo presión constante a quien tenga enfrente y una vez más lo demostró, jugando cada bola con la dirección y fuerza necesarias para terminar venciendo, con un 4-6, 6-1 y 4-6. Partidazo.
Así, este domingo tendremos a Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno contra Fernando Belasteguín y ‘Sanyo’ Gutiérrez, pasado y presente (y también futuro) del pádel argentino. Habrá batalla e intensidad, eso que no lo dude nadie.
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