Dos animales en lo físico, dos jugadores que se han juntado hace muy poco pero que han hecho ‘click’ con rapidez, han encendido la pólvora. Maxi Sánchez, ‘El Tiburón’ y Lucas Campagnolo ‘El Toro de Alegrete’ han sido los grandes agitadores del torneo, los que han roto la baraja en la cita de Premier Padel de Catar.
Porque el argentino y el brasileño, en un gran ejercicio de pádel, sabiendo cocinarse el partido, preparando a la perfección su momento para atacar, desarticularon a Juan Tello y Paquito Navarro, de nuevo cambiados de posición, con el andaluz partiendo ya de manera directa desde el revés y el argentino relegado al timonel del drive, pero esta vez no funcionaría la fórmula.
Y es que desde el inicio parecía que Maxi y Lucas tenían mejor planteada la estrategia y cómo »meterle mano» al partido, adaptándose mejor a las circunstancias de juego y encontrando siempre de manera mucho más fácil que sus rivales los puntos; así, consiguieron un par de breaks que les pondrían en órbita y les dieron la primera manga, a la que seguiría otro mucho más pareja en la que ahora sí el andaluz y el argentino mostrarían su verdadera cara, sacarían el genio y el orgullo y al menos se mantendrían pegados en el luminoso hasta la parte final, donde de nuevo el ímpetu de Sánchez y Campa desequilibró la balanza a su favor (6-3 y 7-5).
En cuanto al resto de encuentros, los ‘Súper Pibes’ Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno volvieron a volar sobre la pista, obteniendo un amplio 6-0 y 6-3 ante Enrique Goenaga y Jairo Bautista, mientras que ‘Momo’ González y Álex Ruiz sí que precisaron de un mayor trabajo y desgaste, así como de mantenerse muy firmes y apretar la pala constantemente, para despedir de la competición a Lucas Bergamini y Víctor Ruiz, pareja que continúa creciendo y que se empieza a convertir en un dolor en la zona media alta, poniendo en aprietos siempre a los contrincantes (7-6 y 6-2).
Los números 1, Ale Galán y Juan Lebrón tuvieron un choque de mayor a menor en tareas ofensivas y de menor a mayor en pelea, pues ante Miguel Yanguas y Álex Arroyo brillaron en el primer parcial, superando a los dos jóvenes en todas las facetas del juego, pero estos poco a poco crecieron y fueron haciendo pie en el encuentro, sintiéndose más cómodos y consiguiendo más oportunidades de entrar en el partido, de ahí que aunque perdieran por 6-2 el primer set, pudieran casi forzar un tie break en el segundo, aunque los de Mariano Amat reinaron en los momentos de mayor incertidumbre con un 7-5.
Choque de mucho apretar dientes y de bolas dudosas en las que hubo que recurrir al ojo de halcón para decidir de qué lado caían; cuatro argentinos en pista, ‘Lucho’ Capra y Agustín Gutiérrez a un lado y Fernando Belasteguín junto a ‘Sanyo’ Gutiérrez en el otro, dos duplas quizá de estilo algo más defensivo, de mucho amasar bola hasta encontrar su oportunidad. En ese choque de estilos, la veteranía se impuso a la juventud, la experiencia de dos hombres como Bela y ‘Sanyo’ fue lo que desniveló la balanza en ambos parciales, lo que evitó que tuvieran que irse al tie break y que hubiese otro sorpresón en el torneo (5-7 y 5-7).
Arturo Coello y Agustín Tapia volvieron a sumar otro partido por victoria, dejando en la cuneta a Ramiro Moyano y ‘Xisco’ Gil, quienes acusaron su desgaste del día anterior y se vieron muy sobrepasados por el empuje y las constantes arremetidas del vallisoletano y el argentino. Coello y Tapia se impondrían con un 6-2 y 6-3.
Supieron sortear Pablo Lima y ‘Coki’ Nieto a una dupla de esas que son bastante incómodas, la compuesta por Jon Sanz y Javi Leal, dos que se fueron apagando poco a poco hasta casi desaparecer el encuentro. Con un 7-6 y 6-2, el joven español y el ‘Cañón de Porto Alegre’ se mantienen en el torneo.
Para terminar, mencionar que Javi Garrido y Fede Chingotto se llevaron su partido ante la sorpresa del día anterior, Javi Martínez y Rafa Méndez, dos que no estuvieron a la altura de la imagen del día anterior. Intentaron poner igualdad en el despliegue de fuerzas, pero ni podían ni les dejaban Garrido y Chingotto con sus constantes cambios de dirección y velocidad, con la determinación que ponían en todas sus acciones y con la presión contante desde la red, traduciendo todo ello en un 6-3 y 6-0.
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