Nada más verlo nos ha entrado tembleque. Si el pasado ejercicio el desgaste de los jugadores fue máximo, el de esta temporada es para medirlo, pues lejos de quedarse atrás, va a aumentar.
Hemos querido unificar los tres circuitos, mezclarlos todos en un año natural y el resultado ha sido demoledor, porque viendo el número de torneos y el tiempo que tendrán para viajar, las horas en pista para entrenar o el descanso van a ser mínimos.
Tanto A1 Padel como Premier Padel y World Padel Tour han subido la apuesta y han presentado tres calendarios muy atractivos para el público y los jugadores pero a su vez necesitados de más períodos valle en los que no haya competición, si bien el primero de ellos va un poco aparte porque sus jugadores no suelen disputar los otros dos, pero aun así, asusta solo de mirarlo.
En total, el circuito de Fabrice Pastor y Monte-Carlo International Sports suma, a día de hoy, 18 torneos (pero podrían ser más), con citas tan atractivas como Nueva York, Mónaco, Sevilla o Miami, sin contar el Master Final, por lo que fácilmente la cifra se irá por encima de las 20 pruebas; por su parte, Premier Padel es más escueto y de momento solo ha anunciado ocho pero la idea es hacer como mínimo 10.
Por último, World Padel Tour, que ha tirado la casa por la ventana con 26 torneos más el Master Final (si no se cae ninguno), por lo que sumando todos obtenemos un total de 53 citas entre febrero y diciembre, ya que lógicamente quitamos el mes de enero por vacaciones y pretemporada, por lo que las cuentas son claras, 53 pruebas en 11 meses y con cuatro semanas por mes (más o menos), son 44 semanas: duplicidad total.
Los números son tales que, una vez hemos juntado todas las pruebas en un mismo calendario, y teniendo en cuenta que aunque los circuitos anuncien sus pruebas de lunes a domingo la realidad es que suelen ir de domingo a domingo por las pre-previas, solo encontramos a día de hoy una semana libre a primeros de abril (del 3 al 8, porque el sábado 9 empiezan el Brasil Open de APT y el Granada Open de World Padel Tour), otra a finales de junio (del 26 al 1 de julio ya que el domingo 2 arranca el Open de Valencia de WPT), la semana del 21 al 26 de agosto (el domingo 27 los jugadores inician el Dakar Open de A1 Padel y el Open de Finlandia de WPT), otra en septiembre (entre el 18 y el 24 porque el domingo 25 toca empezar el Open de Alemania de WPT) y otra más en octubre, entre el 2 y el 7 (el domingo 8 arrancan tanto el Open de Panamá de A1 como el Amsterdam Open de World Padel Tour).
Es decir, cinco semanas entre ahora y diciembre que, por otro lado, serán susceptibles de incluir alguna prueba más si las diferentes organizaciones así lo estiman por lo que realmente son 53 pruebas en 39 semanas, una barbaridad.
Pero eso no es todo ya que, aunque como hemos dicho anteriormente, no todos los jugadores disputan todas las pruebas, sí que vemos fines de semana en los que se juntan el final de un torneo y el comienzo de otro, o dos comienzos diferentes e incluso tres, como ocurre, por ejemplo (y siempre teniendo en cuenta que contamos los torneos de domingo a domingo) el 30 de julio, cuando termina el Visby Master (A1 Padel) y el Málaga Open (WPT) y arranca el Mendoza P1 de Premier Padel, así como el domingo 10 de septiembre, fecha en la que el Paris Major (Premier) y el Tenerife Open (A1) acaban y empiezan a su vez tanto el Open de Asunción de A1 como el Master de Madrid de WPT o, por citar otra más, el 29 de octubre, cuando tanto el Torreón Open (A1) como el Santander Open (WPT) coronarán a sus campeones y los jugadores ya estarán disputando a su vez el NewGiza P1 de Premier Padel.
En definitiva, un 2023 mareante de kilómetros, viajes, torneos, partidos y que, esperemos, no traiga lesiones graves ni contratiempos para los jugadores, que tendrán que medirse »muy mucho» y saber dosificar los esfuerzos porque, desde luego, una hoja de ruta así no es sana.
¿Qué opináis vosotros? ¿Qué os parece esta comparativa? ¿Veis factible una temporada de tanto desgaste?
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