Eran dos jugadoras que, por el desarrollo que traían y lo que habían conseguido en menores, estaban llamadas a grandes cosas pero que al máximo nivel no terminaron de encontrar la regularidad que se esperaba.
Carmen Goenaga y Bea Caldera ponían el pasado año el punto final a su unión tras disputar doce partidos este año, habiendo ganado 7 y perdido 5, logrando llegar a dos cuartos de final, tres octavos y quedándose en los dieciseisavos de final en el Circus Brussels Padel Open 2022, mientras que en 2021, cuando disputaron la temporada completa, los números fueron mejores, con incluso una final en el circuito Challenger, en la prueba de Reus.
Ahora, tras un período de cambios y altibajos con sus respectivas compañeras, vuelven a apostar por unirse, por reencontrarse en el día a día y pelear para ofrecer su mejor versión. Son una pareja muy joven pero que ilusiona, dos jugadoras de gran talento y muchas virtudes que, si saben encauzarlas y explotar, pueden convertirse en todo un desafío para las oponentes.
Por suerte, tendremos la versión 2.0 de Goenaga y Caldera en 2023. ¡Mucha suerte!
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