30 de octubre de 2024
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Resumen del 2022: La opinión de Uri Leczycki, de Padelnetwork

Seguimos con las opiniones de los especialistas acerca de lo que ha dado de sí el año. En esta ocasión cruzamos el charco y nos vamos hasta Argentina para hablar con Uri Leczycki, el gran responsable de una de las cabeceras más importantes de pádel no solo en Argentina, sino a nivel mundial, Padelnetwork.

Un referente del periodismo del pádel desde hace más de 20 años que nos ha querido orecer cómo se ha visto desde su país la competición, la pelea entre circuitos, el cruce de acusaciones y todo lo que ha dejado el deporte de la pala en los últimos 12 meses.

Estas son sus valoraciones.

»El pádel, un deporte que nos deja una temporada de quemados»

Estás líneas serán un manifiesto eszquizoide y pido disculpas por eso. Sucede que lo que más me gustó de la temporada 2022 es también lo que menos, y allí están mis pequeños ángeles y demonios jugando la final del mundial y definiendo por penales dentro de mi cabeza.

Vamos por partes. Primero, la superposición de circuitos de élite tras la aparición del novel Premier Padel. Excelente, por el crecimiento de la oferta laboral para los mejores profesionales del mundo y su inestimable mejora en dotación de premios. Espantoso, por el tironeo constante, uno de cada brazo, pujando por quedarse con la exclusividad de sus servicios.

Cómo llegaron los jugadores a fin de año no hay que explicarlo demasiado. Ya nos ocupamos de dedicarle una portada en Padelnetwork al temido Burnout y no hay ninguna duda de que los fantasmas del »estoy quemado» se hicieron presentes mucho antes de que finalice la temporada más larga de la historia del pádel profesional.

El Premier de New Giza (Egipto) es el torneo en el que detectamos los primeros síntomas del peligroso desgaste físico y mental y de allí en adelante, caída en picado para muchos jugadores. Sobre todo, los grandes protagonistas que suelen llegar hasta el sábado o domingo en cada etapa y por eso tienen una exigencia aún mayor.

La aparición del Premier Padel es algo para festejar, pero también para ver con mucho detenimiento, algo que el vértigo de este 2022 no permitió. Una etapa dando paso a la otra y un viaje encimado a otro hizo parecer al tour de los Pro más a una gira de los Rolling Stones que a un circuito profesional. Cuidado, no sea cosa de que en ese tironear de los brazos de los protagonistas se queden cada uno con una parte y no haya nada más después del horizonte, como si de una escena de ‘El Show de Truman’ se tratara.

Resumen Uri Leczycki Padelnetwork temporada 2022

Segundo, los mundiales en la Península Arábiga. Más paradojas, amigos, porque mientras firmo donde sea y con los ojos cerrados que los últimos mundiales disputados en Qatar y Dubai fueron los más glamorosos y mejor organizados de la historia del pádel, me pregunto cuán saludable es que se haya repetido región en dos competiciones seguidas.

El efecto pandemia empeora la cuestión, ya que el Mundial 2020 que se jugó en Doha fue postergado para noviembre de 2021 y se pegó a Dubai 2022 con diferencia de apenas un año. Tuve la suerte de poder vivir en la capital qatarí el mundial obtenido por España en ambas categorías y luego de ver por streaming el que Argentina ganó en hombres y España en mujeres en Dubai. No tengo otro diagnóstico que el de la continuidad de un todo, la extrapolación de un modelo exitoso.

De hecho, el Mundial 2022 estaba programado para jugarse en Qatar y debido al Mundial FIFA de fútbol fue trasladado unos kilómetros al sur de la península y fue como un Qatar-en-Emiratos-Arabes con condiciones similares. Para jugadores y jugadoras, todo bueno: las instalaciones, la hostelería, las pistas, la profesionalización (por primera vez se repartieron premios en metálico en Dubai)… para el resto del mundo,la sensación de desequilibrio tras la repetición de sedes.

Entonces, ¿es bueno el ingreso de grandes potentados al mundo del pádel? Sí. No. Sí. No. Claro. Quizás. Por supuesto. Es posible. ¿Te parece? No sé. Pero sí.

En cuanto a lo deportivo, la supremacía de Galán-Lebrón en ambos circuitos es algo para destacar y la encarnizada lucha entre Josemaría-Sanchez y Salazar-Triay por el #1 femenino le agrega atractivo al pádel de las chicas. Sin llegar a ostentar el monopolio de la victoria que alguna vez tuvieron en sus manos Juan Martin Díaz y Fernando Belasteguín, o el mismo Bela con Pablo Lima, el Lobo y Ale supieron marcar una diferencia necesaria y suficiente como para cerrar el año en la cima.

Debajo de ellos, marcó un gran momento el bicampeonato de Lima-Stupa en dos torneos Premier (Argentina y Egipto) y emocionó hasta las lágrimas un Fernando Belasteguín guiando al joven Arturo Coello a la pelea de la mesa chica, en la que sólo se sientan los grandes. Como para Messi la Copa de Qatar, la gesta argentina en Dubai también fue premio merecido y esperado para esa veterana leyenda de Pehuajó a la que todos llamamos Bela y que es al día de hoy lo mejor que ha mostrado el pádel profesional en su historia si de logros hablamos.

‘Momo’ González y Álex Ruiz, la mejor consolidación individual y como pareja. Los que más crecieron.

Martín Di Nenno y Paquito Navarro comenzaron el año como para asaltar el #1 y terminaron separándose, pero ambos terminaron divirtiéndose en el armado de las parejas circunstaciales y el cierre de Martín con Fede Chingotto de revés le aportó al año un bonus track inesperado. Un poco de rock&roll.

En la Argentina, el circuito AJPP sigue demostrando que en nuestro país salen superestrellas de debajo de las piedras. Eso es bueno claro, pero es malo porque, en un año como máximo, emigran al exterior cada vez más jóvenes. Hace exactamente un año transmitíamos por streaming la consagración de Leo Augsburger y Juani De Pascual como Maestros a los 17 años. Hoy ya no juegan en el ámbito local y quienes están, serán historia en pocos meses. Aquí miramos el presente del pádel como quien mira el futuro sabiendo el resultado de antemano.

Si los ángeles y demonios batallan sin descanso dentro de mi cabeza mientras escribo estas líneas, imagínate cuán complejo será el dilema de los jugadores profesionales, que jugaron casi todo un año demandados por el World Padel Tour y jugarán -salvo que se produzca algún acuerdo- toda la temporada 2023 con la espada de Damocles clavada en la coronilla.

En su andar esquizoide, el pádel profesional vive hoy su mejor, o pejor momento (sepan disculpar, es que amo los neologismos) mientras nosotros seguimos atestiguando extasiados las hazañas de los superhéroes de la pala e intentamos explicarlo de la mejor manera. Que sea lo que sea, pero que sea pádel.

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