Hablar de Víctor Ruiz es hacerlo de un clásico de este deporte, un jugador que suele estar lejos de los focos pero que trabaja incansablemente para ser alumbrado por ellos y que se dé valor a lo que esa »clase media» de profesionales que no siempre pelean por victorias y que se quedan en 1/16 y octavos tengan el reconocimiento que merecen.
Porque trabajan tanto o más que los de arriba, sin tantos premios económicos ni crecimiento en el ranking, pero se esfuerzan, entrenan, viajan y están comprometidos con el pádel más que ninguno.
El jugador de Cartagena ha querido poner en valor todo eso y hacer una profunda reflexión de lo que ha sido la temporada y de lo que les ha deparado este año, uno muy complicado por el constante ir y venir, la incertidumbre, la pelea con el circuito, las estancias en los aeropuertos y el cansancio por tanto torneo.
Desde luego, sus palabras deben ser tenidas muy en cuenta por todos y esperamos que no caigan en saco roto, porque habría que reflexionar mucho sobre ellas y anotarlas de cara a lo que está por venir.
Esto es lo que comentaba al respecto del año de competición que ha terminado el jugador de Varlion:
Hablar de un deportista profesional, por lo general, es hacerlo de sus experiencias, de sus éxitos, de sus viajes y de su fama, pero a veces olvidamos todo lo que tiene a sus espaldas.
La pasada semana cerramos una temporada llena de compromisos, de citas continuadas, de viajes sin fin, de horas de avión, aeropuertos y llamadas a nuestros familiares desde cualquier rincón del mundo. Ha sido un año diferente, el primero, pero debe ser una temporada para que todos los estamentos de este bonito deporte, instituciones, entrenadores y jugadores, aprendamos de lo ocurrido para evitar situaciones como las que hemos vivido esta temporada.
La presión, la dificultad de la gestión del éxito y la derrota. Es hora de coger aire, de recuperar oxígeno y de plantearnos hacia dónde queremos llevar nuestra profesión.
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