Se celebraba, paralelamente al Master Final de World Padel Tour, una cita de renombre en Italia. La ciudad de Turín albergaba el CUPRA FIP Finals, la última prueba del año del calendario de la Federación Internacional de Pádel en la que había nombres destacados tanto en categoría masculina como femenina y que tuvo, entre sus ganadores, a todo un clásico.
Porque en el apartado masculino, Matías Díaz se erigió en vencedor absoluto junto al joven Ignacio Sager. Sí, Mati, el incombustible ‘Warrior’, pasados los 40 (tiene 44 años) ha demostrado que a fortaleza, garra y sobre todo ilusión muy pocos le ganan, y volvió a tirarse de cabeza en todas las bolas, a correr y a pelear como el que más para estar en la foto final.
Tras un año muy complicado en lo deportivo, con una lesión que le ha mantenido fuera mucho tiempo, apenas pudo jugar y realizar unos pocos torneos, pero en este final de temporada ha conseguido lo impensable.
Pocos habrían apostado por su triunfo en el torneo, máxime jugando la final ante los favoritos por ranking, Gonzalo Rubio y Víctor Ruiz, a pesar de que estos se llevaron el primer set casi pidiendo la hora y tras tener que jugárselo en el tie break.
Dos horas y media de partido que tuvo números muy parejos entre los cuatro y que vio como Mati y Nacho salían fortalecidos a pesar de no dar primero ellos el paso, pues empezaron a jugar en el segundo igual o incluso mejor, llegando a forzar nuevamente el tie break y ahora llevándoselo a su lado del marcador, todo ello tras haber perdido la oportunidad de 3-5 arriba y tener saque para cerrarlo.
En el tercero, Sager se erigió como fabricante excelso de puntos gracias a su remate y a su letalidad en las bolas altas, lo que significaría un parcial tremendo de 1-6 a su favor para conseguir el título con un 7-6, 6-7 y 1-6 y elevar de nuevo la figura de Matías Díaz viéndole otra vez sonreir en el podio.
En el apartado femenino, Anna Cortiles y Jessica Castelló llegaban a la final demostrando su condición de grandes avoritas, de números 1, tras no haber perdido un solo set y ni un solo juego, un recorrido inmaculado venciendo por 6-0 y 6-0 a todas sus rivales y en semis pasando incluso sin jugar por la retirada de Carolina Petrelli y Emily Stellato.
Mientras, Marta Borrero y Carlotta Casali también habían demostrado su buen momento de forma, si bien en semis tuvieron que remontar ante las locales Giorgia Marchetti y Chiara Pappacena (3-6, 6-4 y 6-4).
El título sería para las españolas gracias a un 7-6 y 6-0, dejando con la miel en los labios a la gran sorpresa del torneo, la pareja italo-española, y eso que estas se pusieron por delante con cierto margen en la primera manga (2-5), pero Cortiles y Castelló supieron remontar con hasta 11 juegos seguidos (incluido el tie break que terminó 7-1) concediendo sólo uno a sus oponentes.
Una remontada que dejó huella a nivel mental, porque a partir de ese momento no hubo más partido, hasta el 6-0 final.
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