Final inédita también entre los chicos. Los espectadores se preparaban para un espectáculo digno de lo que había en juego con los »tapados» Álex Ruiz y ‘Momo’ González, llegando a esta instancia a fuerza de fuego aéreo tras imponerse a rivales como Miguel Yanguas y ‘Coki’ Nieto, Franco Stupaczuk y Pablo Lima o Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra, todos palabras mayores; pero es que al otro lado aparecían los »hombres de negro», Arturo Coello y el ‘Rey eterno’ Fernando Belasteguín.
Su caminar en el torneo ha sido incluso mejor, pues conseguían dejar fuera a Ale Galán y Juan Lebrón en un largometraje espectacular y luego, en otro, a Fede Chingotto y Juan Tello, credenciales más que de sobra, junto con su posición en el ranking, para partir como claros favoritos.
Un choque con tres jugadores muy pegadores y otro que utiliza su experiencia para saber manejarse tanto cuando el partido va viento en popa como cuesta arriba, en eso Bela es un genio.
Así comenzaron a pelear pero rápidamente el argentino y el vallisoletano tomaron las riendas con un 4-0 que anunciaba el »modo apisonadora» que tanto gusta a Bela cuando huele sangre, esa mirada asesina que se le pone cuando tiene en su mente todo el planteamiento del choque, el jaque mate como y cuando él quiera.
Lograrían reaccionar los malagueños colocándose a un solo juego de diferencia (4-3) a base de meter presión pegados a la red, volar sobre la pista y cubrir todos los huecos posibles, especialmente ‘Momo’ en un despliegue inaudito de físico y velocidad; sin embargo, no sería suficiente pues de nuevo cogieron las riendas los pupilos de Gustavo Pratto y cerraron el grifo de los oponentes para dejarles hacer solo un juego más mientras que ellos conseguían dos y, por ende, la primera manga (6-4).
Un breve paso por los banquillos para coger aire, resetear ideas y volver a la pista. Pero al entrar de nuevo por la puerta, apareció el de siempre, el eterno, Fernando Belasteguín. Un jugador al que nos cansamos de alabar por todo lo que supone para este deporte y por lo que su simple presencia en pista supone. Bela es pádel y pádel es Bela y no se conciben el uno sin el otro. Su entrega es total y emite un aura de la que muy pocos pueden presumir en otros deportes. No sabemos si será recordado como los Roger Federer, Mark Spitz, Usain Bolt, Michael Jordan, Valentino Rossi, Maradona…pero no cabe duda que está a su altura o incluso más. Sigue en activo y el cuidado que hace de su cuerpo le permite pelear con gente a la que saca 20 años o más, aguantar tres sets un día sí y otro también, pelear con dolores pero salir mucho más fuerte.
Se puso 2-0 a base de hilvanar jugadas y dejar que Arturo entrara más en juego, percutiendo con sus remates y con sus voleas, cansando a los rivales que, con el paso de los minutos, encontraban cada vez menos inspiración en ataque y menos gasolina en el tanque. Otra rotura de Coello y Belasteguín les ampliaba más todavía el margen hasta que, en el octavo juego, sacaba el español, devolvía Álex Ruiz y Bela, con un chancletazo plano, sacaba la bola por cuatro para reinar una vez más en Madrid (6-4 y 6-2). Público en pie ante un jugador que rompe cualquier estadística y ante un joven que ya no es un proyecto ganador, sino una realidad.
Un total de 228 títulos (64 en la era WPT) para ‘El Boss’, incansable y con más hambre que cuando empezó a jugar, algo que el propio Arturo quiso recalcar en la entrevista post partido: »Mi premio es jugar con Fernando, es un sueño; hoy más que nunca hay que ovacionarlo porque cuando otros descansan o toman vacaciones, Fernando se ha ido a entrenar, ha estado haciendo una minipretemporada en los meses de verano, se ha cuidado como el que más, por lo que se merece este título y todos los que le vengan porque aunque haya ganado mucho a día de hoy sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo». Ese es Bela, ‘The GOAT’.
Los comentarios están cerrados.