Una pena que la pelea por un título se termine antes de tiempo, de manera fortuita, por una lesión. Es algo que no quiere ningún deportista, ni el que gana, ni el que se retira y pierde. Pero así es el deporte.
Ya anunció Bea González que llegaba algo tocada, máxime tras la gran entrega realizada en semifinales ante Ale Salazar y Gemma Triay en un partido de tres horas largas; a pesar de su juventud, el cuerpo tiene un límite y en Cascais ha llegado al suyo.
La andaluza no podía terminar el partido junto a Martita Ortega, teniendo que decir adiós en el segundo set. Antes, habían vuelto a pelear con uñas y dientes ante Ari Sánchez y Paula Josemaría, empezando 0-2 abajo y recuperándose en el cuarto juego (2-2). Mucho intercambio de bola, mucho ir y venir y también mucha igualdad (4-4, 5-5), hasta que un break en las postrimerías permitió que las de Gustavo Pratto se hicieran con el parcial (5-7).
Ahí ya notó la malagueña el primer aviso, y no había transcurrido más que el primer juego del segundo set (0-1) cuando notó otro más, este ya definitivo. Tras abrazar a su compañera con una mezcla de tristeza, desilusión y rabia, daba la mano a las rivales, que se fundían en un abrazo de ánimo deseando una pronta recuperación (5-7 y 0-1).
Así, Ari y Paula han cosechado su quinto título en este 2022, apretando todavía más la tabla y mirando más que nunca al trono que ostentan Ale y Gemma. Se prevé un final de temporada en el cuadro femenino APASIONANTE.
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