No hay ninguna duda ni discusión acerca del enorme crecimiento que está teniendo, a todos los niveles, el deporte del pádel. Tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, a nivel de marcas, clubes, circuitos, pruebas, premios, e incluso salarios, la subida de calidad y cantidad es incuestionable pero, como todo deporte, hay luces pero también sombras.
En este último apartado, el de los salarios, no está viendo aumentada su repercusión al mismo nivel para jugadores y entrenadores o monitores, tal y como comentan desde la Asociación Nacional de Técnicos de Pádel (Antep), que lanzan la pregunta de cómo les afecta este crecimiento a los que se dedican profesionalmente a la enseñanza del pádel.
Tal y como comentan en su página web, »es importante recordar que para convertirse en monitor/a de pádel, hoy en día, España posee el programa de formación más organizado del mundo, siendo avalado por el CSD (Consejo Superior de Deporte), perteneciente al Ministerio de Educación y Deporte», a diferencia de otros países como Argentina por ejemplo en los que la formación la imparten diversos profesionales, cada uno con su propio método, si bien en nuestro país también hay escuelas y programas de formación fuera de los cauces del CSD y la Federación Española de Pádel.
Esto favorece que las personas formadas en España o en Argentina sean consideradas como la primera alternativa profesional para contratar en los países donde el pádel empieza a desarrollarse. Es por ello, y debido a las ofertas que nuestro colectivo está recibiendo, que queremos poner en evidencia situaciones como la siguiente:
Hace dos años, en junio de 2020, recibíamos una interesante oferta desde Dubai que ofrecía 5000€ al mes por un trabajo de 8 horas diarias y un día de descanso, además de alojamiento y transporte. Sin embargo, hace tan sólo unas semanas recibimos nuevas ofertas de los Emiratos Árabes con las mismas condiciones anteriores, pero con 9 horas de trabajo diarias, por un salario reducido a 2500 euros.
¿Por qué este cambio tan drástico? Desde Antep aseguran que ello se debe al intrusismo que existe en esta profesión, así como a la existencia de personas candidatas que aceptan trabajar en esas condiciones, algo que denuncian y ponen en evidencia para que cese y, sobre todo, para que se tenga en cuenta que la formación que se ofrece en esos casos no es la de mejor nivel ni la más adecuada.
»Desde agosto de 2017 llevamos trabajando para sumar profesionales y gestionar acuerdos que mejoren nuestro trabajo en pista y consideramos que ha llegado el momento de abordar este tema.
Igualmente, pedimos a las federaciones autonómicas españolas, a quienes pagamos doblemente por nuestras licencias (de entrenadores y jugadores) compromiso para que se atienda nuestra reivindicación», añaden.
»Por eso presentamos una tabla de salario mínimo para que profesionales del sector tengan en cuenta que si aceptan ofertas menores a esos precios están perjudicando no sólo sus propias posibilidades sino las del resto del colectivo. Reivindicamos un fair play también fuera de las pistas», finalizan.
Ojalá poco a poco se consiga paliar esta situación y se ofrezca a este colectivo el reconocimiento que merece por su trabajo, esfuerzo y dedicación, porque el pádel tiene que crecer en todos los sentidos.
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