Todo lo complicada que resultó la jornada anterior para los cabezas de serie, en cuartos de final dio un giro drástico y les permitió respirar, ahorrar esfuerzos y vencer con muchísima amplitud en los marcadores, algo que no suele suceder, pues el nivel de intensidad va en aumento conforme pasan las rondas y van quedando las parejas mejor clasificadas.
Sin embargo, aquí en París, se están dando resultados inverosímiles como los de este viernes, lo que pone una vez más de manifiesto que puedes ganar casi sin apretar el acelerador o que puedes hacerlo teniendo que irte al tie break en el tercero. Todo sin una regularidad clara.
En cuartos, como decimos, fue casi paseo militar, como el de Ale Galán y Juan Lebrón ante Fernando Belasteguín y Arturo Coello, demasiado desdibujados y sin estar cómodos en la central de Roland Garros. No encontraron en ningún momento su sitio, superados por un nivel de conversión de puntos constante y por muchísimo acierto por parte de los nº1.
Sin dejar nunca de pisar el acelerador, Lebrón y Galán pusieron la directa desde el principio y con un doble 6-2 castigaron una y otra vez a Bela y Coello.
Fede Chingotto y Juan Tello obtuvieron casi el mismo marcador ante Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra, con dos demarrajes, uno en cada set, que sirvieron para romper la igualdad que se estaba gestionando en la pista. En ambas ocasiones, del 3-3 se pasó a una velocidad de crucero para poner el 6-3 y 6-3 que concedía a los de Gaby Reca el acceso a semifinales.
Paquito Navarro y Martín Di Nenno les dieron un baño de realidad a Javi Rico y Javi Leal y acabaron con su sueño parisino. En la primera manga les dejaron algo más de libertad y pelea, pero en la segunda les secaron completamente, sin dar opción alguna de pelea y ofreciendo, en el caso de la dupla nº2, una imagen muy parecida a la de la temporada pasada, en la que iban con un ritmo endiablado; parece que poco a poco recuperan sensaciones y París puede ser su punto de inflexión (6-3 y 6-1).
Por último, el choque más disputado del día correspondió al duelo entre Franco Stupaczuk y Pablo Lima ante Lucas Campagnolo y Javi Garrido. No en el primero, porque los de Carlos Pozzoni lo superaron sin fisuras y con una concentración y acierto plenos, sumando siempre en positivo y cometiendo muy pocos errores no forzados. Esas decisiones acertadas les supusieron un 6-2 más que evidente que en el segundo mudaría por completo.
Allí, Campa y Garrido sí que sacaron a relucir su pádel y su potencia, golpeando ahora con mucho peligro en la defensa de un Stupa y de un Lima que no encontraban la clarividencia de minutos antes. Pozzoni tenía que estrujar sus ideas para solventar una situación que les fue llevando hasta el decimosegundo juego y, por ende, al tie break. Allí, la fuerza del ranking ganó enteros y en un desenlace apretado, Pablo y Franco consiguieron reinar en un bonito final de partido (6-2 y 7-6) que concluyó con Lima dando saltos de alegría en la Philippe Chatrier.
Las semifinales quedan configuradas de la siguiente manera:
Ale Galán y Juan Lebrón vs. Pablo Lima y Franco Stupaczuk (15 horas)
Federico Chingotto y Juan Tello vs. Martín Di Nenno y Francisco Navarro (a continuación)
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