La doble sesión de previas masculinas del Valladolid Master ha tenido mucha tensión y, sobre todo, un bombardeo constante. Mucho fuego, mucha pólvora y muchos sobresaltos, tantos que de la totalidad de cabezas de serie solo dos han conseguido salir indemnes.
Nadie puede decir que haya sido fácil y en más de una ocasión se han tenido que alinear el pádel, la suerte y los astros para poder seguir en competición.
De los dos cabezas de serie que se clasificaban unos eran Marc Quílez y Toni Bueno, salvando primero de manera cómoda su compromiso ante Alonso Rodríguez y Borja Yribarren (6-1 y 6-1) y después ya con algo más de apuros y un marcador bastante más parejo, venciendo a Boris Castro y Fran Ramírez (7-5 y 6-4), quienes a su vez por la mañana habían despachado a Martín Sánchez Piñeiro y José Jiménez (4-6, 7-6 y 3-6).
Los otros eran Denis Perino y Arnau Ayats. La pareja hispanoargentina lograba imponerse a Nico Suescun y Cristóbal García con un resultado de 3-6 y 4-6 y después dejaba sin ocasión de llegar al cuadro final a la nueva unión compuesta por Uri Botello y Miguel Benítez (2-6, 7-5 y 4-6).
En las otras eliminatorias, Jaime Muñoz e Ignacio Vilariño lograban eliminar en primera instancia a Gonzalo Rubio y Aris Patiniotis, por lo que la andadura de estos ha sido muy corta, por 4-6 y 3-6, y después repetían victoria frente a Fede Mouriño y Facundo Domínguez (6-3 y 7-6).
Daniel Windahl y Cristian Germán Guiérrez dejaban fuera no a una, sino a dos parejas de favorito; primer despedían a Benjamin Tison y Teo Zapata con un doble tie break (6-7 y 6-7) y en la ronda vespertina, repetían buen resultado y se echaban el bolsillo el pase a 1/16 ante otros nuevos, Álvaro Cepero y Cayetano Rocafort, ante los que tuvieron que remontar en un partido que fue de menos a más en pelea y garra (1-6, 7-6 y 6-4).
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