Comenzaba la jornada de Semifinales del Viena Open. Una cita que se trasladaba a las gradas del país austríaco donde los centenares de espectadores esperaban ver en directo el mejor pádel del mundo.
Y qué forma de vivirlo porque los dos partidos que se disputaban en la pista central auguraban un gran espectáculo.
En el cuadro femenino, tendríamos a las nº1 Alejandra Salazar y Gemma Triay frente a unas Tamara Icardo y Delfi Brea que volvían a meterse en unas semifinales después de tanto tiempo causado por la lesión de la valenciana. El choque de estilos estaba asegurado.
Jugaban dos parejas que se conocen muy bien después de tantos enfrentamientos que tuvieron la temporada pasada y que siempre abre la posibilidad a un binomio como el de la argentina y la valenciana que ya sabe lo que es derrotar a las mejores por ranking.
El primer parcial caería del lado de las líderes del ranking con un 6-4 que reflejaba esa igualdad en pista y cómo el partido se iba a decidir en pequeños detalles. Pero eso cambiaba en la segunda manga. Con el primer set en el bolsillo, Triay y Salazar imprimirían la velocidad característica de su juego para ponerse con ventaja ya desde el inicio. El break conseguido en el quinto juego les colocaría por delante con una ventaja que mantendrían hasta el cierre del set, ya que dejarían el marcador en un 6-4 y 6-2 que volvía a colocar a las grandes favoritas en una final después del »batacazo» de la semana pasada en Dinamarca.
Se llegaba ahora a la segunda semifinal del día en el cuadro femenino. El partido entre las sorprendentes y en claro crecimiento Claudia Jensen y Carla Mesa ante Paula Josemaría y Ariana Sánchez.
Duelo muy competido en la central que comenzaba con una primera manga en la que, a priori, saltaba la sorpresa. Jensen y Mesa rompían el saque de sus rivales en el undécimo juego para aprovechar esa ventaja y cerrar el primer set con un 7-5 que dejaba claro que su gran torneo en tierras austríacas no era una casualidad.
Las nº2 tenían que reaccionar y vaya si lo hicieron. A base de coraje, garra, globos, bandejas muy finas, smashes aguerridos… se volvían a reencontrar con la versión que les hace una de las parejas más temidas para colocar el 5-7 en el marcador.
Nos íbamos al tercer y último set para decidir el billete a la final. Con la misma tónica que el segundo, el episodio iba a estar peleado hasta al final, pero en el undécimo juego se volvía a inclinar la balanza para Ari y Paula. Con un 7-5, 5-7 y 5-7 final, el público se ponían en pie y ovacionaba a las cuatro luchadoras, pues el partido fue un auténtico combate en el que todas merecieron ganar.
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