El cambio de compañero de Franco Stupaczuk venía dado por motivos de este tipo. El argentino buscaba un pasito adelante extra, un plus de entrega, de sacrificio y de suerte, ese pequeño salto necesario para pasar de un torneo de notable a uno de sobresaliente o matrícula de honor. Y lo ha conseguido, al menos en Bruselas.
El »chaqueño volador» se aliaba con Pablo Lima y este le devolvía la confianza a base de intensidad total en defensa, soltura inesperada en ataque y, sobre todo, una imagen muy diferente del brasileño respecto a lo que nos tenía acostumbrado. Llegaba tras un caminar por el desierto y parece haber recuperado la alegría, la motivación, la soltura.
Los perjudicados de todo esto resultaban ser Fernando Belasteguín y Arturo Coello, uno por no saber mantener la regularidad que siempre exhibe y el otro por intentar rematar de más, con un Stupa desatado en la vuelta de la bola a campo contrario, cazando siempre los smashes del vallisoletano bien dentro o bien fuera de la pista. Tanto se gustaron que incluso Lima fue capaz de cerrar este primer set (5-7) con una delicatessen, una dormilona que dejaba la bola muerta en la red cuando se enroscaba en la malla y parecía imposible de sacar sin complicaciones.
En el segundo, los errores seguían condenando a Bela y Coello sin que su entrenador fuese capaz de dar con la tecla para un cambio de rumbo, imposibilitando que contrarrestaran los globos altos de Lima y Stupa, así como la cadencia positiva, la seguridad y el crecimiento mental que exhibía el brasileño con el paso de los minutos. Subía como la espuma Pablo Lima, dando una versión que no se le veía desde sus tiempos de nº1 y eso lo agradeció su compañero, que también aumentó el nivel para dejar sin oportunidades de remontada a los de Miguel Sciorilli. Con un 5-7 y 3-6 conquistaban la semifinal y se hacían con un hueco, contra pronóstico, en el partidazo del domingo.
Mientras, Alejandro Galán y Juan Lebrón se dedicaron, por su parte, a disfrutar en su semifinal. Tampoco era un choque asequible, pues delante estaban ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Tapia, una pareja que se maneja a la perfección tanto en pistas lentas con ‘Sanyo’ como en rápidas con Tapia, dominando diferentes tiempos de ejecución. Pero los nº1 estaban de dulce.
Desde el primer minuto dieron rienda suelta a su contundencia y a su dominio el andaluz y el madrileño y maniataron el manejo de pelota del ‘Mago’ y la elasticidad y el vuelo de el de Catamarca. Con varias roturas de servicio abrieron hueco en el luminoso y se dedicaron a manejar la ventaja, sabedores de que incluso podían subir el nivel para evitar sorpresas mayores (6-3).
En el segundo intento de los argentinos por pelearles la eliminatoria, Lebrón y Galán volvieron a tirar de autoridad, sosiego y control del juego, llegando a estar con un 5-0 arriba que hizo que Gutiérrez y Tapia tiraran más de orgullo que de juego para, al menos, no irse con un rosco para casa. Acortaron algo las diferencias pero finalmente todo quedó reducido a un 6-3 y 6-2 que metía a los líderes de la clasificación en otra pelea por el título.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.