Ahora sí hubo tranquilidad, ahora sí las favoritas se dejaron el sufrimiento en el banquillo y pudieron exprimir al máximo su juego sin pensar tanto en la tensión y en finales apretados. Ahora sí demostraron su autoridad.
Jornada totalmente opuesta en cuartos de final a lo vivido en octavos el día anterior. Todos los partidos definidos en dos sets, en su mayoría con marcadores amplios en, al menos, uno de los parciales y salvo dos tie breaks, la cosa estuvo más o menos decidida desde el principio, si bien el mando no estuvo claro al 100% y en todos los casos hubo un set que no tuvo unas dueñas fijas.
Así ocurrió con, por ejemplo, Mapi y Majo Sánchez Alayeto, quienes dejaron en la cuneta a una de las parejas sorpresas de la cita, Noa Cánovas y Marina Guinart, y lo hicieron de nuevo recordando a sus mejores tiempos, esos en los que arrollaban a todas las rivales sin importar su ranking.
Las ‘Atómikas’ lograron un juego muy serio y bien hilvanado para, con un 3-6 y 4-6, seguir en competición.
Marcador amplio y perfecto en el primer envite para Aranza Osoro y Victoria Iglesias ante Ana Catarina Nogueira y Mari Carmen Villalba, la otra mitad del factor sorpresa. Un 6-0 de inicio encendió la mecha de la argentina y la andaluza, que ofrecieron una de sus mejores actuaciones controlando en todo momento el devenir del choque, mientras que en el segundo, el sufrimiento de Nogueira y Villalba se convirtió en revolución y apretaron ya sin nada que perder para terminar perdiendo pero ofreciendo una cara muy distinta, con recursos, haciendo bastante más daño y con la sensación de que esta pareja puede conseguir dar alguna que otra sorpresa (6-0 y 7-5).
Más o menos les ocurrió igual a Eli Amatriain y Carolina Navarro con Martita Ortega y Bea González. Aunque la calidad de las dos primeras está fuera de toda duda, en el primer set se vieron muy superadas en cuanto a juego, físico, pólvora y pegada por la madrileña y la andaluza, mientras que en la reanudación dieron más argumentos Eli y Carol para revolver el mar en calma por el que navegaban Ortega y González. Tiraron de experiencia, paciencia y de su capacidad generadora de juego para forzar un tie break inesperado al que, no obstante, llegaron justas de gasolina y lo acabaron pagando (1-6 y 6-7).
Por último, Marta Marrero y Lucía Sainz se enfrentaron al que, sobre el papel, era el duelo más complicado, pues sus rivales, Bárbara Las Heras y Vero Virseda llevan varios torneos demostrando de lo que son capaces. Su conjunción de defensa, físico y movilidad en ataque les ha servido para ser, por el momento, pareja revelación este curso y ante las cabezas de serie número 1 volvieron a demostrarlo, pues les jugaron de tú a tú y les maniataron en más de una ocasión. Fue un partido muy peleado, en el que cada bola contaba, cada centímetro de la pista había que ganarlo con mucho esfuerzo y donde cada saque costaba un mundo retenerlo.
Tal fue así que ambos parciales concluyeron sin apenas diferencias, el primero tras un tie break en el que la veteranía de Marrero y Sainz fue lo que decantó la balanza, así como el mayor riesgo que tomaron y que salió cara para ellas, y el segundo, que se encaminaba al mismo final, pero cuyo desenlace llegó antes tras un break en favor de la catalana y la canaria. Un 7-6 y 6-4 que despide a una gran pareja y deja a las favoritas por ranking todavía metidas en harina.
Todo esto nos dejará unas semifinales muy atractivas, con Lucía Sainz y Marta Marrero contra Mapi y Majo Sánchez Alayeto a partir de las 16:30 horas y antes, por la mañana, a Victoria Iglesias y Aranza Osoro contra Martita Ortega y Bea González (a partir de las 10 de la mañana).
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