Día de sobresaltos, uno tras otro, y de caminar por el alambre para las mujeres en Albacete. Buscaban una jornada tranquila y obtuvieron todo lo contrario. Conectadas al desfibrilador en casi todos los partidos, hubo taquicardias dentro y fuera de la pista, pues el público también sufrió y aplaudió de lo lindo con algunos resultados.
Bárbara Las Heras y Verónica Virseda sacaron adelante con sangre, sudor y lágrimas un partido que tenían dominado en el comienzo ante Claudia Fernández y Julieta Bidahorria. La jovencísima española y la argentina empezaron sin mostrarse demasiado, sufriendo incluso en defensa ante la capacidad anotadora de Virseda, que casi siempre encontraba premio, pero no se dejaron amilanar y sacaron toda su garra. Tras entregar el primero, respondieron con la misma receta y con mucha más movilidad en el segundo para conquistarlo con los mismos números que sus rivales el primero.
Sin embargo, ese desgaste les pasó factura en el tercero ante una Bárbara y una Vero mucho más fuertes físicamente, más enteras, que se dedicaron a golpear y a dejar que el choque se inclinara por inercia a su favor (3-6, 6-3 y 2-6).
Mapi y Majo Sánchez Alayeto salieron a por todas ante las que están siendo verdugas de buena parte de las parejas este año, Claudia Jensen y Carla Mesa, pero no se lo pusieron nada fácil, pues la española y la argentina se agarraron con uñas y dientes a la pista. Las hermanas, no obstante, tiraron de ese gen ganador que no han perdido nunca, ni siquiera ahora que no llegan a pelear por títulos, pero lo tienen y lo sacan en momentos como este para tirar de pólvora y de actividad, mucha actividad, para sacar adelante dos sets con un break en uno de ellos y con un ajustado tie break en el segundo (4-6 y 6-7).
A Aranza Osoro y Victoria Iglesias les costó bastante superar el mayor ritmo que, de entrada, mostraron Ana Fernández y Arantxa Soriano, pues venían estas más rodadas tras haber cogido ya ritmo de competición los días previos, y se notó. Salieron airosas en el primero aunque no sin complicaciones, sacándolo adelante en el último momento gracias a una rotura de servicio providencial que se transformó en sed de sangre para Victoria y Aranza.
Salieron la argentina y la andaluza a comerse a las rivales en los dos siguientes y vaya si lo hicieron, con una gran demostración de pádel que recordó a la de sus mejores tardes para darle la vuelta al resultado y, con un 4-6, 6-3 y 6-2, coger plaza en cuartos.
Dos partidos más tuvieron que dirimirse en tres parciales. Primero el de Eli Amatriain y Carolina Navarro, a quienes se les atragantaron bastante dos debutantes, Esther Carnicero y Lucía Martínez. Esta dupla demostró que la ilusión también da mucha pegada en un partido y sometieron a una presión constante a las dos ex números 1, presión que lograron solventar con su experiencia y sabiendo bajarle revoluciones al partido.
Lo consiguieron en el primero, no en el segundo, donde Lucía y Esther sí encontraron el premio a su insistencia y pudieron igualar. Cerca estuvieron de dar la sorpresa en el tercero y último, pero de nuevo la veteranía jugó su papel en favor de Amatriain y Navarro y les otorgó una mínima ventaja que ellas se encargaron de hacer efectiva (6-4, 3-6 y 6-4).
Más ajustado si cabe fue el de Teresa Navarro y Léa Godallier ante Marta Ortega y Bea González. Las campeonas de Getafe no esperaban un ataque tan constante de Teresa y Léa y necesitaron tirar de todo su repertorio para imponerse. De hecho, ya se hicieron con problemas con el primero pero en el segundo la igualdad fue de nuevo clave aunque el partido otorgó justicia y permitió la igualada para disfrute del público.
Dos sets muy parejos dieron lugar a otro que también lo fue, haciendo bueno el dicho de que »no hay dos sin tres»; se medían, pasaban y repasaban constantemente pero el ranking y la mayor costumbre de pelear por cosas importantes de Martita y Bea jugó en favor de sus nervios y de su pádel, haciendo posible que salieran airosas pero muy magulladas del intercambio constante de golpes (4-6, 6-4 y 4-6).
De las pocas que se salvaron »de la quema» fueron Lucía Sainz y Marta Marrero tras derrotar por 6-3 y 6-1 a Carmen Goenaga y Bea Caldera; Noa Cánovas y Marina Guinart, quienes dieron la sorpresa del día al derrotar a Lorena Rufo y Sofia Araújo por un amplio 2-6 y 4-6, así como Ana Catarina Nogueira y Mari Carmen Villalba, que en un ejercicio excelente de pádel y recursos fueron capaces de dejar eliminadas a Jessica Castelló y Alix Collombon (6-4 y 6-1).
La española y la francesa no pasan por su mejor momento y partidos que el año pasado ganaban sobradas o que al menos sacaban adelante, este año se les complican más e incluso caen derrotadas. En Bélgica tendrán una nueva oportunidad de resarcirse pero al menos en los Challenger no están encontrando la inspiración de la temporada pasada.
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