Poco que decir en ambas eliminatorias. Las dos parejas ganadoras mostraron una superioridad excelsa, un juego cargado de dinamita y ante el que no hubo respuesta alguna, ni en un partido ni en otro. Tanto las números 1 como las números 2 pasaron cual apisonadoras por sus respectivas eliminatorias.
En la primera de ellas, Marta Marrero y Lucía Sainz quisieron ofrecer resistencia ante Paula Josemaría y Ari Sánchez pero todo quedó en una utopía, pues las »pequeñas jugonas» fueron un huracán, un auténtico torbellino que no dejó títere con cabeza y que fraguó un partido prácticamente perfecto.
Intentaron Marrero y Sainz por todos los medios hacer frente a las continuas acometidas pero el gran arranque de Ari y Paula, con dos breaks a su favor, fue una diferencia insalvable, que poco a poco siguió aumentando hasta el 2-6 definitivo.
Lejos de quedarse ahí, siguieron apretando en el segundo la catalana y la extremeña, con todo el viento a favor y, de nuevo, con dos roturas a su favor, volvieron a abrir brecha y despegar. Recuperaban ligeramente Marta y Lucía con un break en el octavo juego del segundo set, pero todo fue un espejismo de posible reacción, pues las integrantes de la dupla nº2 terminaron por dar la puntilla en el siguiente juego, terminando el duelo con un 2-6 y 3-6.
En el otro choque, más de lo mismo. Gemma Triay y Ale Salazar se disponían a medirse a una pareja que está viviendo su mejor momento Vero Virseda y Bárbara Las Heras y que también lo intentó, lo persiguió y lo peleó, pero se quedó muy lejos, evidenciando las diferencias que hay en el ranking, a pesar de que su comienzo fue prometedor.
Bárbara y Verónica se colocaron, con un arranque muy favorable, con un 0-3 a favor que sirvió para terminar de espolear a las chicas de Rodri Ovide. Lejos de seguir relajadas, encendieron la mecha de su juego, cortaron de un plumazo las dudas y empezaron a trabajar la remontada, que llegaría tras pasarles por derecha e izquierda una y otra vez y cerrar con un break la primera manga (6-4).
El comienzo del segundo sí que fue bastante más igualado y ninguna de las dos parejas conseguía separarse en el luminoso, al menos en los cuatro primeros juegos, pero en ese momento, Ale y Gemma volvieron a encontrar la vía favorable y, con dos roturas puntuales, se pusieron a mandar y secaron la producción de Virseda y Las Heras, que terminaron por despedirse con un 6-4 y 6-2.
Final, de nuevo, de altos vuelos, de alto standing, con Salazar y Triay en su cuarta pelea consecutiva por un título (igual que sus rivales) y, otra vez como viene siendo recurrente en este inicio de temporada, con las dos mejores parejas del ranking frente a frente y con la posibilidad de que Ari y Paula empaten con dos títulos a sus rivales y siga la enorme pelea que ambas duplas mantienen por la supremacía del pádel.
Los comentarios están cerrados.