Como si de un dejá vu de Miami se tratase, la final femenina de Reus volverá a tener a las mismas contendientes que hace apenas semana y media, a las dos mejores parejas del ranking tratando unas de repetir el resultado y las sensaciones y las otras vengarse de la dolorosa derrota sufrida.
Ambas parejas, para llegar ahí, vivieron caminos muy similares en las semifinales. Alejandra Salazar y Gemma Triay volvieron a demostrar su pegada tras lo trabajado de su victoria en cuartos, mientras que Ari Sánchez y Paula Josemaría mantuvieron la línea constante de supremacía que llevan exhibiendo desde el jueves.
Las chicas de Rodri Ovide, desafiando a la mala suerte al vestir de amarillo (entendemos que haciendo un guiño a Ucrania y su difícil situación), despertaron del maravilloso sueño en que estaban inmersas a Vero Virseda y Bárbara Las Heras. Su caminar durante el torneo llegó hasta semifinales, pero cumplieron con creces el objetivo. Seguro que no contaban con alcanzar esa cota ni con los jugosos puntos que se llevarán de Reus.
Sin embargo, cayeron eliminadas y no fue porque no lo intentaran, porque percutieron con todo lo que tenían pero este escalón ya era excesivamente alto y no llegaron a alcanzarlo. Y eso que el choque arrancaba con mucha igualdad, tratando ambas duplas de imponer su estilo y llevar el partido a su terreno, pero solo una lo consiguió, las números 1 del mundo, gracias a un break que les permitiría abrir la única ventaja que se disfrutó en este set (6-4).
En el segundo set, la igualdad también fue la nota inicial pero esta vez el desequilibrio empezó mucho antes, pues cada vez que subían a la red, Gemma y Ale eran fuego de artillería pesada y cada vez lo hacían con más asiduidad, provocando agujeros en la defensa de Las Heras y Virseda que, con el tanque de gasolina cada vez más seco, solo podían defender y aguantar el chaparrón. Ello provocó que la menorquina y la madrileña lograran no una, sino dos roturas de servicio y con ellas pudieran cerrar el partido (6-4 y 6-2) para volver a pelear por el título aunque, eso sí, despidiendo a las rivales con todos los honores posibles por su fantástico torneo.
Cinco de cinco, fantástica y perfecta estadística la que atesoran Ari Sánchez y Paula Josemaría. Mejor no se le podría haber dado a la jugadora local, Ari, el estar delante de su gente y partido a partido se ha ido sacudiendo los nervios a base de un despliegue magnífico de juego. Durante todo el torneo apenas han sufrido, nadie ha sido capaz de hacerles siquiera cuatro juegos en contra y eso demuestra su confianza.
Ante Martita Ortega y Bea González, pareja con muchos ingredientes para provocar dudas y que tocaba su segunda semifinal seguida, volvieron a exhibir una regularidad y una cohesión total; de hecho, apenas se habían acomodado los espectadores en la grada cuando el primer parcial ya tenía dueñas, Sánchez y Josemaría, quienes sin cometer casi errores lo cerraban con un contundente 1-6.
Tocaba reacción y la hubo, aunque demasiado tímida, por parte de las chicas de Maxi Grabiel; lo intentaban de todas las maneras posibles pero a pesar de no jugar nada mal, no era suficiente y el break llegaría pero a favor del otro lado, de la dupla nº2, ventaja que les permitiría ir por delante ya hasta el final y terminar con un 1-6 y 3-6 para volver a citarse con sus »archienemigas» en la gran final.
Este domingo, a partir de las 10 de la mañana, la acción en la pista central de Reus pondrá de nuevo frente a frente a las duplas nº1 y nº2 en pos de conquistar un título. ¿Quiénes se lo llevarán?
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